El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, afirmó que el mandatario Evo Morales participará en la elección presidencial de 2019 y pidió a las bases del oficialismo la preparación de la próxima campaña.
“Algunos creen que Evo no va a continuar. Hermanos, el presidente Evo, por su derecho constitucional, nuevamente va a pedir el voto de la gente y la gente nuevamente le va a dar su voto”, afirmó García.
El funcionario manifestó que el partido oficialista alcanzará los dos tercios de la votación de 2019 y seguirá gobernando. “Si alguna persona se ha dado la vuelta, hay que ir a convencerla para que nuevamente seamos dos tercios y vamos a seguir gobernando en favor de los humildes”, aseveró García.
El Gobierno boliviano realizó un referendo el 21 de febrero de 2016 que preguntó a los bolivianos si aprobaban o rechazaban un proyecto constitucional para permitir al presidente o vicepresidente del Estado boliviano postularse a una reelección. La negativa a la propuesta ganó con más del 51% de los votos.
El partido Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales presentó un recurso al Tribunal Constitucional de Bolivia para que mediante esa corte se reformara la Carta Magna de su país y permitir la candidatura presidencial del mandatario en 2019.
El Tribunal emitió un comunicado el pasado 30 de septiembre donde informó la aprobación de la admisión del recurso del partido oficialista y detalló que el documento cumple con los requisitos exigidos en el Código Procesal Constitucional.
“Esta etapa de admisión se limita a la revisión del cumplimiento de requisitos formales, que en ningún caso anticipan o comprometen un criterio sobre el fondo de la presente acción”, destacó el Tribunal.
La Corte se pronunciará a mediados de noviembre sobre una decisión final de la petición hecha por el partido del oficialismo.
Morales asumió el poder en enero de 2006 y ha sido reelegido dos veces en 2009 y 2014 como jefe de Estado del país sudamericano. La Constitución de Bolivia aprobada en 2009 mediante referendo constitucional con el 61,4% de los votos establece un límite máximo de dos mandatos consecutivos en la presidencia.