A hacer todo lo posible para evitar una quiebra “incontrolada” de Grecia llamó la cancillera alemana Angela Merkel, calmando algo los mercados financieros tras el nerviosismo creado por un socio de su coalición.
“La prioridad absoluta es evitar una suspensión de pagos incontrolada, porque no sólo afectaría a Grecia, y porque hay un elevado riesgo de que nos afecte a todos, o al menos a muchos otros países”, dijo la canciller.
Una fuente gubernamental griega y la presidencia francesa anunciaron la celebración de una teleconferencia hoy entre el primer ministro griego Giorgos Papandreou, el presidente francés Nicolas Sarkozy y la cancillera alemana.
El anuncio fue saludado por las principales bolsas europeas que, impulsadas por los bancos, cerraron con ganancias después de dos días de fuertes pérdidas. Fráncfort ganó 1,85%, París 1,41%, Londres 0,87%, Madrid 2,53% y Milán 2,19%.
Merkel reaccionó con sus declaraciones a los comentarios de su ministro de Economía, el liberal Philipp Rösler.
El ministro había planteado el lunes la posibilidad de un default "ordenado" de Atenas, provocando pánico en las bolsas mundiales por temor a una reacción en cadena desatada por la eventual quiebra.
La cancillera insistió no obstante en que la recuperación de Grecia será “larga y difícil”.
“Algunos creen que con palabras impactantes como eurobonos o suspensión de pagos vamos a resolver los problemas, pero no será así”, dijo.
“La declaración de Merkel debe entenderse como una aclaración”, comentó Thorsten Polleit, economista de Barclays Capital.
Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, las potencias emergentes que integran el bloque BRICS, entraron en el tema anunciando que debatirán la próxima semana la posibilidad de ayudar a la Unión Europea en la actual crisis económica.
“Los BRICS se reunirán la próxima semana en Washington. Y vamos a discutir cómo hacer para ayudar a la Unión Europea a salir de esa situación”, dijo a periodistas el ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega.
Rusia puntualizó que está dispuesta a estudiar “caso por caso” los pedidos de ayuda financiera de países de la Unión Europea, “pero no en el marco de los BRICS”.
A falta de un procedimiento de default controlado, que no existirá en Europa hasta 2013, las declaraciones de Merkel vienen a descartar una bancarrota total de Atenas, según Berlín.
El presidente de la Autoridad de Mercados Financieros (AMF) francesa, Jean-Pierre Jouyet, predijo “una reestructuración más pronunciada de la deuda griega”. Esto significa que los acreedores de Atenas deberían renunciar a una parte de su inversión superior a la prevista hasta ahora (21%).
Según el renombrado economista alemán Peter Bofinger, la quiebra de Grecia tendría consecuencias catastróficas.
“Si Grecia no recibe más ayudas, habrá una quiebra incontrolada, y en consecuencia el sistema bancario griego se hundirá, con un riesgo de reacción en cadena enorme, potencialmente más devastador que la quiebra de Lehman en 2008”, según él.