El Banco Mundial adelantó una evaluación sobre el manejo del riesgo de desastres en Colombia. Uno de sus hallazgos es que los factores por los cuales el riesgo ha venido acentuándose tienen que ver más con una inadecuada gestión institucional que con un incremento en factores externos, como el cambio climático.

De acuerdo a un análisis realizado por el presidente de Fasecolda Roberto Junguito, el organismo multilateral argumenta que los avances mundiales sobre gestión de riesgo no han conducido a la adopción de una política nacional en ese frente. Tal ausencia desincentiva a los ciudadanos y al sector privado a desarrollar medidas de protección. Esto se exacerba cuando se considera que el Gobierno es el que debe asumir las responsabilidades en caso de siniestros. Según el informe, las acciones han sido reactivas como respuesta a los sismos y calamidades.

De acuerdo con una encuesta presentada en el informe, 18% de los colombianos no se siente expuesto a ningún tipo de riesgo por fenómenos naturales que ponga en peligro su vida. 61% cree que se deben tomar medidas para reducirlo, y únicamente 35% reporta haberlo hecho.

39% de los colombianos considera que la implementación de medidas es responsabilidad exclusiva del Gobierno y de las entidades de socorro, y que no es su obligación intervenir.

Esta apreciación se confirma con la información de Fasecolda, que indica que sólo 7% de las pérdidas generadas por el fenómeno de La Niña 2010-2011 estaban aseguradas. En el terremoto del Eje Cafetero (1999) sólo 10% de las pérdidas directas estaban cubiertas con un seguro. De otro lado, en Bogotá únicamente 4,5% del total de las copropiedades están aseguradas, y en las demás ciudades esta cifra puede ser menor.

Señala el directivo gremial que el Estado colombiano ha comenzado a definir de manera concienzuda una política para enfrentar este tipo de catástrofes. El Congreso aprobó la Ley 1523 de 2012 sobre Gestión del Riesgo de Desastres. De otro lado, según el artículo 220 del Plan Nacional de Desarrollo, el Ministerio de Hacienda publicó su Estrategia Financiera para Disminuir la Vulnerabilidad Fiscal del Estado ante la Ocurrencia de un Desastre Natural. A estas iniciativas se suma la contratación de un préstamo contingente de US$250 millones con el Banco Mundial para enfrentar catástrofes naturales. Estas iniciativas constituyen un importante avance hacia una nueva institucionalidad en materia de gestión de riesgo.