Cientos de sirios enfermos o heridos y sus familias fueron evacuados de ciudades controladas por el régimen y sitiadas por los rebeldes para ser atendidos médicamente el jueves a pesar de los fallidos diálogos de paz.
Los evacuados, que se encontraban "en urgente necesidad de atención médica para salvarles la vida", según Naciones Unidas, fueron trasladados en autobuses el miércoles por la noche en una operación coordinada con la Media Luna Roja siria.
Un total de 250 evacuados fueron provenían de las ciudades de Madaya y Zabadani, en el noroeste de Damasco, rodeadas por los rebeldes, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Otros 250 fueron evacuados desde las ciudades de Fua y Kafraya, en el suroeste de Alepo, controladas por el gobierno y también sitiadas por los rebeldes, según la misma fuente.
El Observatorio señaló que algunos de los evacuados simpatizantes del gobierno ya estaban comenzando a llegar a la provincia de Latakia, en la costa mediterránea, dominada por el régimen.
Por otro lado, los evacuados de Madaya y Zabadani fueron transportados a la provincia de Idlib, tomada por los rebeldes, junto a la frontera turca.
Más de cuatro millones de personas viven en ciudades asediadas de Siria o en áreas de muy difícil acceso, privados de comida o suministros médicos.
La difícil situación humanitaria ha supuesto un gran obstáculo para el avance de los frágiles diálogos de paz de Ginebra entre el gobierno y la oposición.
Más de 270.000 personas han perdido la vida en Siria desde que el conflicto comenzara en 2011.