La Eurozona reiteró este martes su "oferta" de rescate a Chipre por 10.000 millones de euros, según señaló en un comunicado, divulgado luego de que el Parlamento chipriota rechazara el polémico plan que incluye gravar a los ahorristas residentes y no residentes en el país.
"La zona euro tomó nota del resultado de la votación y reitera su oferta a Chipre", dijo el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, en un comunicado.
Más temprano una fuente europea dijo que la Eurozona espera ahora que Chipre presente una contrapropuesta.
El gravamen a los depósitos bancarios tenía por objetivo recaudar 5.800 millones de euros a cambio del rescate que el Fondo Monetario Internacional, la Unión Europea y el Banco Central Europeo decidieron acordar a Chipre para evitarle la quiebra.
Esta propuesta fue recibida con protestas y el Parlamento la rechazó con 36 votos en contra, 18 abstenciones y ninguno a favor.
A pesar de la decisión del Parlamento, el Banco Central Europeo reafirmó su compromiso con un plan que aporte la liquidez necesaria a los bancos de la isla.
Voto negativo
El Parlamento de Chipre rechazó el martes por una abrumadora mayoría los términos del plan de rescate propuesto por la Unión Europea para salvar a la isla mediterránea de la quiebra, con 36 votos contrarios al plan, 19 abstenciones y ninguno a favor.
"El proyecto ha sido rechazado", dijo el presidente del Parlamento, Yiannakis Omirou, que poco antes lo calificó de "chantaje".
El resultado de la votación fue recibido con una enorme explosión de júbilo por parte de miles de manifestantes reunidos ante el Parlamento. "Chipre pertenece a su pueblo", "El pueblo unido jamás será vencido", gritaba la muchedumbre.
El presidente de Chipre, Nicos Anastasiadis, elegido hace apenas un mes, se entrevistará la noche de este martes por teléfono con la canciller alemana Angela Merkel, y reunirá a los líderes de los partidos el miércoles a las 07H00 GMT.
El plan rechazado por el Parlamento preveía, a cambio de un rescate de 10.000 millones de euros de la zona euro y el FMI, un impuesto de 6,75% sobre los depósitos bancarios de entre 20.000 y 100.000 euros, y de 9,9% por encima de ese umbral.
La medida, sin precedentes, debe aportar a las arcas del Estado chipriota, según los cálculos de la zona euro y del Banco Central Europeo, 5.800 millones de euros.
AFP.