Eurozona enfrenta una crisis con Gran Bretaña | El Nuevo Siglo
Lunes, 12 de Diciembre de 2011

 

Los efectos del acuerdo alcanzado en la cumbre europea han durado poco en unos mercados temerosos de que las rebaja en nota de solvencia.
 
Los nubarrones de la crisis se abatían de nuevo sobre las economías de la Eurozona con problemas de deuda y los mercados dejando atrás los efectos positivos del acuerdo que ha resquebrajado la unidad europea tras el rechazo de Gran Bretaña a suscribir el acuerdo para el pacto fiscal, que podría contar con el apoyo de los otros 26 países de la Unión Europea (UE).
 
Tanto el comisario de Asuntos Monetario de la UE, Olli Rehn, como el presidente francés, Nicolas Sarkozy, lamentaron que el primer ministro británico, el conservador David Cameron, hubiese rechazado sumarse al acuerdo para endurecer la disciplina fiscal en la Eurozona.
 
Sarkozy, que junto con la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, fue el artífice de este acuerdo, consideró que la negativa británica "ha creado dos Europas", en una entrevista al diario Le Monde.
 
Rehn lo lamenta "no sólo por el bien de Europa sino también por el bien de los británicos y por su futuro".
 
Pero la agencia de calificación crediticia Moody's consideró que, con Gran Bretaña o sin ella, la cumbre se destacó por una "ausencia de medidas" para estabilizar a los mercados a corto plazo e indicó que volvería a examinar en los próximos tres meses la nota de la deuda de todos los Estados de la UE.
 
"La ausencia de medidas para estabilizar a los mercados a corto plazo significa que la zona euro, y la Unión Europea en general, siguen sometidas a nuevos choques y la cohesión de la zona euro (permanece) bajo una amenaza persistente", indicó esta agencia en un comunicado.
 
En la primera prueba de fuego para la deuda soberana de un país de la zona tras el acuerdo, Italia pagó este lunes intereses de 5,952%, en ligera baja con respecto a una emisión anterior de deuda similar a 12 meses, aunque siguen excepcionalmente altos y amenazan los objetivos de reducir el déficit público.
 
El gobierno de Mario Monti enfrentaba este lunes una huelga nacional de tres horas, la primera coordinada por los principales sindicatos en seis años contra los recortes draconianos que ha anunciado para reducir la colosal deuda italiana de 1,9 billones de euros (120% del PIB).
 
Los mercados asiáticos habían empujado al alza las esperanzas de que el acuerdo supondría un acicate contra la crisis, pero las bolsas europeas volvían al rojo abrumadas por los temores.
 
Hacia las 13H10 GMT, Londres perdía 0,53%, Fráncfort 1,56%, París 1,41, Madrid 1,55% y Milán 2,54%.
 
Muchos analistas de mercado se mostraron críticos con las medidas, pero aseguraron que los inversores evitaron descartarlas inmediatamente.
 
Es posible que los operadores de mercado esperan hasta saber "qué hacen las agencias de calificación con el nuevo plan", dijeron los expertos de Moneycorp en su nota diaria a los inversores.
 
"Si las agencias rebajan el riesgo soberano de la Eurozona (...) esto supondría más dolor para los bonos gubernamentales y más pérdidas para los bancos que tendrán que degradar el valor de sus activos de deuda", dijo.
 
Por su parte, Grecia se prepara para una nueva ronda de tensas negociaciones con los acreedores internacionales y tenedores de deuda para poner en marcha el nuevo plan de rescate pergeñado por la Eurozona el pasado 21 de octubre, que prevé la quita del 50% de la deuda en manos privadas, lo que supone unos 100.000 millones de los 350.000 millones del total de la deuda pública de ese país.
 
El ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, se reunirá este lunes con los auditores de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y al Fondo Monetario Internacional.
Venizelos tenía previsto reunirse también con el jefe del Instituto Internacional de Finanzas, Charles Dallara, que representa a los bancos obligados a aceptar una quita de sus activos en deuda griega.
 
AFP