La Eurozonaaprobó, sin sorpresas, el plan de ayuda a España que prevé hasta 100.000 millones de euros para los bancos en dificultades, aunque no ha logrado calmar el mercado que le exige a la deuda española un rendimiento insostenible.
La Bolsa de Madrid perdió 5,82%, lastrada por el anuncio de la Comunidad Valenciana de que pidió ayuda al Estado español por falta de liquidez.
En el mercado de la deuda saltaron todas las alarmas por este anuncio y el rendimiento del bono español a diez años se disparaba a 7,27% y la prima de riesgo -diferencia que paga el bono español con el alemán de referencia- se encaramaba a los 609,960 puntos básicos.
En poco menos de dos horas de reunión telefónica, los ministros de Finanzas de la zona euro dieron "unánimemente su acuerdo a la ayuda financiera para recapitalizar a los bancos españoles", anunció el Eurogrupo.
"Proporcionar un crédito a España es necesario para garantizar la estabilidad financiera de la zona euro en su conjunto", agregaron.
Este es el cuarto rescate desde el inicio de la crisis de la deuda en 2008 después del de Grecia, Irlanda y Portugal, y el primero que se otorga sólo para un sector, en este caso los bancos.
La ayuda procederá del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y después del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que lo reemplazará en breve.
La cantidad exacta que necesitarán los bancos se conocerá en septiembre, al término de las auditorías de la situación del sector. Mientras tanto, la zona euro ha prometido desbloquear 30.000 millones a finales de julio para una eventual emergencia.
A cambio, la zona euro va a imponer a España condiciones estrictas que se "concentrarán" en el sector financiero. Los bancos españoles tendrán que presentar planes de reestructuración y colocar sus activos tóxicos en un "banco malo".
La regulación y la supervisión bancaria también van a reforzarse. Esto podría significar inspecciones de Bruselas en las entidades bancarias, según un proyecto de memorando.
Otra exigencia es que Madrid respete los compromisos para corregir el déficit de manera significativa para el 2014 y cumpla las recomendaciones macroeconómicas de Bruselas, subrayó el comisario europeo para Asuntos Económicos, Olli Rehn, en un comunicado. Los progresos serán "seguidos estrecha y regularmente", previno el Eurogrupo.
"Sólo con una acción en todos los frentes España puede generar estabilidad financiera y una economía dinámica y competitiva capaz de hacer caer el desempleo de manera constante y duradera", dijo Rehn.
Madrid ha hecho todo lo posible para evitar un rescate como el de sus vecinos griegos o portugueses, que lleva aparejado draconianas medidas de austeridad y el tutelaje de los acreedores.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, considera que "la puesta en práctica de medidas contribuirá a reforzar considerablemente el sistema financiero español, lo que será una etapa esencial para retornar al crecimiento y prosperidad en el país".
Para cumplir las exigencias de Bruselas, el gobierno del conservador Mariano Rajoy, acaba de adoptar un nuevo paquete de medidas para ahorrar 65.000 millones de euros hasta 2014, que fue aprobado el jueves por el Parlamento únicamente con los votos mayoritarios de su formación, el Partido Popular.
El jueves por la noche centenares de miles de españoles salieron a las calles para protestar por estas nuevas medidas que contribuirán, según los economistas, a ahondar la recesión y la pobreza y deja sin margen de maniobra al gobierno, muy desgastado cuando lleva poco más de seis meses en el poder.
La recapitalización de los bancos amenaza con convertirse en una nueva carga para la población española. El memorando insiste en la necesidad de "minimizar el costo de una reestructuración de los bancos para los contribuyentes", pero al mismo tiempo insiste en que las autoridades locales impongan medidas para que los acreedores no prioritarios y los accionistas de los bancos acepten pérdidas, lo que sin duda afectará a los pequeños ahorristas.
Tras este Eurogrupo telefónico, los ministros de Finanzas de la zona euro tienen previsto reunirse a principios de septiembre para analizar la ayuda a Grecia y a Chipre, que también ha recurrido a la UE para hacer frente a sus problemas financieros, en particular de los bancos.