Los bancos europeos estaban en primera línea de fuego de la crisis de la deuda, mientras Europa, sobre todo Alemania y Francia, buscan la manera de salir en su rescate.
La degradación, por Moody's de la nota de varios bancos portugueses y británicos no hizo más que mostrar la urgencia de actuar para evitar que la crisis de la deuda, sobre todo griega, se transforme en crisis del sector bancario.
Las Bolsas, por su parte, a media jornada saludaban los datos, mejores de lo previsto, del empleo en Estados Unidos, tras dos días de fuertes avances.
"En este momento, Grecia no es el problema, el gran problema son los bancos", confesó un diplomático europeo que confirmó el objetivo de lograr un "consenso" sobre el monto y un calendario en la cumbre de dirigentes de los países de la Unión Europea, y de la zona euro, los 17 y 18 de octubre en Bruselas.
La Comisión Europea anunció el viernes que quiere presentar "en los próximos días" una propuesta con vistas a una acción coordinada para recapitalizar a los bancos en la Unión Europea.
Las medidas de apoyo excepcionales anunciadas el jueves por el Banco Central Europeo (BCE) no han tenido un efecto milagro.
Según una estadística publicada el viernes por la institución, los depósitos nocturnos de los bancos en el BCE han alcanzado por quinta jornada consecutiva un récord anual, señal de que la desconfianza prosigue.
Para que el crédito y, en consecuencia, la economía funcionen bien, los bancos deben prestarse dinero y remunerarse entre ellos, en vez de guardarlo en las cajas del BCE, concebidas como último recurso.
La propagación de la crisis de la deuda a la economía real es un escenario que teme más que otra cosa Estados Unidos, que no cesa de instar a los europeos que adopten medidas más contundentes.
Pero Alemania y Francia, en cabeza, todavía deben ponerse de acuerdo sobre el camino a seguir.
La canciller alemana, Angela Merkel, recordó el viernes que hay una "jerarquía": "en un principio, los bancos deben tratar por sí mismos de encontrar capital", antes de dirigirse a los "Estados nacionales" y "solo si un Estado no logra por sus propios medios se puede utilizar el FEEF (mecanismo de ayuda europeo)".
El Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), una vez que Malta y Eslovaquia hayan ratificado reforzarlo, tendrá posibilidad de ayudar más fácilmente al sector bancario.
"No hay ninguna divergencia francoalemana", aseguró el ministerio francés de Finanzas a la AFP, sobre el hecho que las "fuentes de capitalización deben ser en principio privadas".
Pero "hay varias opciones en lo que respecta al financiamiento público", reconocieron fuentes del mismo.
La prensa alemana sospecha que Francia prefiere recurrir a los fondos europeos más que a sus propias arcas para ayudar a los bancos, por miedo a comprometer su nota de solvencia, AAA, la máxima.
Los bancos centrarán el encuentro el domingo, en Berlín, de Merkel y el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
El refuerzo de los bancos europeos es una etapa preliminar al nuevo paquete de ayuda a Grecia, que debe pasar por una quita importante de sus títulos de deuda.
Y es que los bancos de la zona euro tendrán que aceptar ayudar a Grecia con la renuncia a parte de sus préstamos, lo que se traduciría en fuertes pérdidas para las entidades expuestas a la deuda griega.
El ministro alemán de Economía, Philipp Rösler, en visita a Atenas, recibió de su homólogo griego Evangelos Venizelos la promesa de que Grecia pagará "hasta el último euro".
AFP