por Patricio ARANA y Álvaro VILLALOBOS
La zona euro empezó a blindarse ante un irreversible default de Atenas y una eventual salida del euro, tras rechazar la prórroga del programa de rescate pedida por el gobierno griego, que anunció un referendo sobre las propuestas de sus acreedores.
"El programa de ayuda expirará el martes por la noche", dijo el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, en conferencia de prensa luego de una reunión de ministros de más de tres horas, la quinta que se organiza por Grecia en menos de diez días.
Esa fue la respuesta de los ministros de Finanzas de la zona euro a su colega griego Yanis Varoufakis, que había pedido que se extendiera el programa, que vence el martes, por unos días o semanas para poder celebrar en condiciones medianamente normales el referendo anunciado para el 5 de julio sobre la oferta de los acreedores.
Esto, cuando el martes Atenas debe pagar al Fondo Monetario Internacional un vencimiento de 1.500 millones de euros que de no hacerlo colocaría el país en default.
Según un documento filtrado el viernes, los acreedores -UE y FMI- proponían prolongar cinco meses el actual plan de rescate prestando a Grecia 15.500 millones de euros (12.000 millones del lado europeo y 3.500 millones del FMI) a cambio del cumplimiento progresivo y estricto de una serie de reformas y ajustes.
El gobierno griego rechazó la oferta estimando que el plazo de extensión y la financiación ofrecidos son muy cortos. Y añadió que las condiciones impuestas en materia de fiscalidad y pensiones, entre otros, son "medidas recesivas y socialmente destructivas".
- Grecia mantiene el referéndum -
"Desgraciadamente, a pesar de los esfuerzos a todos los niveles y del apoyo pleno y total del Eurogrupo, esta propuesta fue rechazada por las autoridades griegas, que rompieron las negociaciones unilateralmente" el viernes por la noche, según un comunicado del Eurogrupo que no fue refrendado por el ministro griego.
Dijsselbloem precisó que los ministros de la zona euro se reunirían inmediatamente después de su conferencia de prensa, sin el colega de Grecia, para evaluar las "consecuencias" y "preparar lo que sea necesario para garantizar la estabilidad de la zona euro".
Este rechazo a la extensión del programa "dañará seguramente la credibilidad del Eurogrupo como unión democrática de Estados miembros, me temo que el daño será permanente", dijo Yanis Varoufakis a la prensa.
"Nosotros esperamos que de aquí al martes haya un acuerdo. Y en ese momento, le diremos al pueblo griego que vote sí" en el referendo, explicó.
Varoufakis rechazó además que el referendo se convierta en un plebiscito a favor o en contra de seguir en la Eurozona.
"Cualquier pregunta al pueblo de Grecia del tipo euro o salida del euro violaría todo tratado fundamental de la Unión Europea", explicó, añadiendo que no existen actualmente reglamentos para salir de la moneda única.
- El temido corralito -
En Atenas el jefe de gobierno griego Alexis Tsipras se entrevistó por teléfono con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, que el viernes le recordaron que la reunión del Eurogrupo de este sábado era "crucial y decisiva".
"Tsipras subrayó que (...) el referéndum se celebrará sea cual sea la decisión del Eurogrupo", indicó una fuente del gobierno griego a la AFP.
Con el anuncio de la consulta, Tsipras sorprendió a todos y se aventuró en una apuesta que en 2011 le costó el cargo al socialista Yorgos Papandreou.
Apenas se anunció el resultado del Eurogrupo, el Banco Central Europeo (BCE), salvavidas de los bancos griegos, anunció que preparaba una reunión de su Consejo de Gobernadores para el domingo con el objetivo de decidir cuál es el camino a seguir.
En los últimos meses el BCE ha suministrado ayuda de urgencia al sector bancario griego mediante una línea de créditos de emergencia (ELA).
Pero el presidente del BCE, Mario Draghi, insistió siempre en el hecho de que esas ayudas se atenían a unas reglas estrictas: un programa de ayuda de los socios para Grecia, y la solvencia de los bancos.
Este mecanismo fue prolongado día a día esta semana, en medio de una incertidumbre creciente.
Según la prensa griega los depósitos en los bancos griegos habrían caído la semana en unos 6.000 millones de euros. Entre diciembre, fecha en que se anunció el proceso electoral que llevó a Syriza al poder, y mayo los depósitos cayeron 35.000 millones de euros, según datos del Banco de Grecia.
Este sábado en el centro de Atenas podía verse a pequeños grupos de entre tres y diez personas haciendo cola frente a los cajeros automáticos.
En la segunda mayor ciudad de Grecia, Tesalónica (norte), algunos bancos se quedaron sin dinero, según constató un reportero de la AFP, y en una sucursal del Banco Nacional había una cola de 50 personas.
"Hay mucho miedo respecto a lo que va a pasar", dijo Nikos, un empleado de 52 años de una empresa privada/AFP.