El Parlamento Europeo (PE) exigió a Colombia y Perú una "hoja de ruta" de respeto a los derechos humanos y laborales, antes de la votación para ratificar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea, prevista en setiembre.
El pleno de la Eurocámara, en la ciudad francesa de Estrasburgo, aprobó una resolución de apoyo al TLC con los países andinos, pero exigió a Colombia y Perú "definir una hoja de ruta" para garantizar la protección de los derechos laborales, el medio ambiente y los derechos humanos, antes de la votación.
"La puesta en marcha del acuerdo comercial es fundamental para impulsar el crecimiento de nuestras relaciones comerciales y de las inversiones", dijo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barros, al recordar que el tratado implicará un incremento del 1% en el PIB peruano y colombiano.
El presidente peruano, Ollanta Humala, de visita en Estrasburgo, aseguró a los eurodiputados que "Perú respeta lo que firma", durante su comparecencia ante la Eurocámara.
"Colombia ha hecho muchísimos avances en lo que a derechos humanos y laborales respecta", declaró a la AFP Eduardo Montealegre, fiscal general de la Nación de Colombia, también de visita en Estrasburgo.
Sin embargo, el director de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), Hernán Trujillo, expresó el martes que en Colombia se siguen cometiendo múltiples violaciones a la libertad sindical.
"Solamente en lo que va de este año se han asesinado siete sindicalistas, y han aumentado las amenazas contra dirigentes sindicales", denunció en Estrasburgo.
Distintas ONGs como ALOP, Grupo Sur y Oidhaco también expresaron su "insatisfacción" por esta resolución del Parlamento al considerar "que carece de mecanismos vinculantes que garanticen el desarrollo sostenible en relación con el TLC".
"La hoja de ruta no responde a las inquietudes planteadas por la sociedad civil europea, colombiana y peruana", argumentaron.
Para ALOP, Grupo Sur y Oidhaco, con esta decisión el Parlamento Europeo ha "perdido una oportunidad de desempeñar un papel importante en la mejoría de la situación de Colombia y Perú".
Además "ha dado la espalda a las numerosas peticiones y preocupaciones expresadas y sustentadas por diversas organizaciones de la sociedad civil latinoamericana y europea", como lo afirmó Stefan Gran, de la Confederación alemana de sindicatos DGB.
"Mientras la hoja de ruta no sea integrada al interior del Tratado mismo, quiere decir que no es vinculante, y se queda sólo en buenas intenciones", dijo.