El euro caía este lunes por debajo de los 1,20 dólares, lastrado por las especulaciones sobre las nuevas medidas del Banco Central Europeo (BCE) y el eventual abandono de la moneda única por Grecia.
Hacia las 10H45 GMT, la moneda única europea se cotizaba a 1,1922 dólares, frente a los 1,2002 del viernes.
El euro, que acaba de cerrar su peor año desde 2005 ante el billete verde, llegó a caer durante los intercambios asiáticos a 1,1864 dólares, su nivel más bajo desde marzo de 2006. El miércoles por la noche, la moneda única valía 1,2097 dólares.
La divisa europea bajaba también con respecto a la moneda nipona, a 143,48 yenes —llegando a caer al inicio de los intercambios asiáticos a 143,16 yenes— frente a los 144,58 del viernes.
El dólar también perdía terreno ante la divisa nipona, a 120,35 yenes (120,46 el viernes).
"2015 se inicia con estrépito para el euro", comenta Angus Campbell, analista de FxPro.
"El euro caía por debajo de los 1,20% al inicio de la sesión en Asia, al regreso de los cambistas a sus oficinas [tras el fin de semana y de las fiestas] que esperan que el BCE aumente la oferta de dinero", la política de "quantitative easing"", dice Angus Campbell.
La entrevista del presidente del BCE, Mario Draghi, que el viernes publicó el diario económico alemán Handelsblatt no ha hecho más que aumentar estas expectativas.
Draghi anunció que el BCE se prepara "técnicamente para modificar a principios de 2015 el alcance, el ritmo y el carácter de los medios a aplicar si fuera necesario actuar ante un largo periodo de inflación demasiado débil".
Según él, el riesgo de que la deflación se descontrole es mayor que hace seis meses.
Un programa de este tipo supondría inyectar liquidez en el sistema financiero de la zona euro para estimular la actividad económica, lo que contribuiría también a diluir el valor de la moneda única, haciéndola menos atractiva para los inversores.
El BCE podría también comprar deuda de los países de la zona euro en gran dificultad financiera. Estos títulos están considerados como activos de riesgo.
"La caída del euro debe ser una buena noticia para Draghi, que trata de hacerlo caer desde hace meses", dice Angus Campbell. Y es que una divisa más débil tiende a hacer más competitivos los productos de exportación fuera de la zona euro y afianzar la recuperación económica.
La volatilidad del euro crecerá a medida que se acerca la próxima reunión del BCE, el 22 de enero, y las elecciones legislativas en Grecia, previstas el 25 de enero, en las que la izquierda radical, partidaria de revisar las medidas de austeridad y renegociar la deuda, tiene fuertes probabilidades de ganar, advierte el analista.
Para Connor Campbell, analista de Spreadex, la información de que la canciller alemana, Angela Merkel, estaría dispuesta a dejar salir a Grecia de la zona euro en caso de que el partido Syriza llegue al poder en Grecia, ha precipitado la caída del euro.
En Estados Unidos, los cambistas estarán pendientes esta semana de los datos de diciembre sobre empleo en el sector privado que saldrán este miércoles, antes del importante informe mensual sobre el empleo y el paro, un termómetro de la salud de la recuperación económica de la primera economía mundial.
Por su parte, el precio del petróleo seguía cayendo el lunes durante los intercambios europeos, lastrado por el aumento de la oferta mundial de crudo, inflada por la producción iraquí y rusa.
Hacia las 11H15 GMT, el barril de Brent del mar del Norte para entrega en febrero valía 55,40 dólares en el Intercontinental Exchange (ICE) de Londres, 1,02 dólares menos que el viernes, mientras que en los intercambios electrónicos en el New York Mercantile Exchange (Nymex), el barril de "light sweet crude" (WTI) para la misma fecha de entrega perdía 87 centavos a 51,82a dólares.