El Banco Central Europeo (BCE) aumentó de golpe en 2.300 millones de euros el techo de su financiación de urgencia (ELA) a los bancos griegos, llevándolo a un total de 83.000 millones de la moneda única, informó una fuente bancaria helena.

Se trata de un fuerte incremento, pues la semana pasada este techo había sido aumentado en 500 millones de euros y la precedente en apenas 200.

El monto del ELA no utilizado, que sirve de colchón de seguridad, se mantuvo estable en 3.000 millones de euros, según esta fuente bancaria, que no precisó las causas de esta aceleración.

Pero las estadísticas han demostrado que las familias y las empresas griegas han retirado masivamente sus ahorros desde diciembre y desde las elecciones  legislativas que llevaron al poder en enero al partido de izquierda radical Syriza.

El ahorro privado griego, aunque todo parece indicar que fue escondido bajo los colchones y no transferido al exterior -lo que permite augurar un regreso rápido a la banca en caso de un acuerdo sólido del país con sus acreedores- perdió 4.200 millones de euros en diciembre, 12.800 millones en enero, 7.600 millones en febrero, 2.200 millones en marzo y 4.700 millones en abril, según cifras oficiales conocidas.

Según cifras oficiosas que circulan en Atenas, esta hemorragia continuó en mayo.

La eventualidad de que el BCE aplique un recorte el valor de las acciones de los bancos griegos, aportados como garantía para su ayuda no se concretó este miércoles.

El ELA se reexamina cada semana desde febrero, pero la ayuda llega sólo a través de los bancos griegos tras la llegada al poder de Syriza. La decisión de esta semana se tomó en momentos en que el gobierno negocia con los acreedores sin llegar a un acuerdo.