EU y China quieren una relación sincera | El Nuevo Siglo
Martes, 23 de Junio de 2015

Estados Unidos dijo que quería construir una relación "sincera" con China, que permita abordar sus múltiples contenciosos, al tiempo que Pekín aseguró que ambas potencias mundiales debían evitar cualquier "confrontación".

 

Pekín y Washington deben mantener un diálogo "sincero y directo" sobre el futuro de sus relaciones, dijo este martes el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, al tiempo que advirtió que las vías marítimas deben permanecer "abiertas" para el comercio.

 

"Los países que descartan la diplomacia y usan la coacción y la intimidación para solucionar sus diferencias, o que cierran los ojos ante la agresión de otros (países) no hacen más que generar inestabilidad", explicó Biden.

Al tope de esos diferendos figuran los conflictos por la soberanía del mar de China Meridional entre Pekín y varios países del Sudeste asiático.

 

El vicepresidente recibió a una delegación de funcionarios chinos en el marco de la séptima edición del Diálogo Estratégico y Económico Estados Unidos/China, organizado cada año por las dos primeras potencias mundiales, y calificó a China de "socio" en varios asuntos, entre ellos el cambio climático.

Sobre este tema Estados Unidos y China concluyeron en noviembre un acuerdo sobre la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero, un año antes de la conferencia de París de fines de 2015. Y trabajan juntos y con las otras grandes potencias para encontrar una solución al asunto del programa nuclear iraní.

El encuentro está presidido por Biden, el secretario de Estado, John Kerry, y el secretario del Tesoro, Jacob Lew, por parte de Estados Unidos y por el viceprimer ministro chino, Wang Yang, y el consejero de Estado Yang Jiechi por parte china.

"Estados Unidos y China tienen la obligación de no seguir los viejos caminos de la confrontación", afirmó Wang durante su discurso solemne en el departamento de Estado. Aseguró que el "diálogo era siempre preferible a la confrontación" y agregó que estaba "convencido" de que los dos países, a menudo presentados como adversarios y rivales, estaban "en el buen camino".

 

El dirigente chino admitió, sin embargo, que "en ciertos asuntos" las dos potencias seguían sin encontrar "un consenso".