Estados Unidos conquistó su quinta Copa Oro de la Concacaf al ganar este domingo a Panamá por 1-0 en la final de la edición de 2013 con un gol de Brek Shea, en partido jugado ante más de 57.000 espectadores en el estadio Soldier Field de Chicago (Illinois).

Shea había ingresado al partido en lugar de Joe Corona unos 30 segundos antes de anotar a los 69 minutos el tanto que le dio el título a Estados Unidos, a pase de Landon Donovan.

La selección norteamericana enfrentará al equipo que gane la Copa Oro de 2015 para definir al representante de la Concacaf en la Copa FIFA Confederaciones de Rusia-2017. En caso de que vuelva a coronarse campeón regional dentro de dos años, Estados Unidos jugará la Confederaciones.

La última vez que Estados Unidos había ganado una Copa Oro fue en 2007, y precisamente en este mismo estadio de Chicago, cuando derrotó en la final a México por 2-1.

El Tri azteca, campeón de las últimas dos ediciones (2009 y 2011), fue eliminado por Panamá (2-1) en semifinales el pasado miércoles.

Panamá se puede ir orgullosa del torneo, pues ha sido la única selección que ha podido vencer a México dos veces en una misma Copa Oro, ya que también le había derrotado (2-1) en la ronda de grupo, en la primera fecha del torneo el pasado 7 de julio.

La selección canalera ha encontrado en Estados Unidos a su verdugo en Copas Oro, ya que había sucumbido ante los anfitriones en las últimas tres ediciones, cayendo en cada una de ellas por la mínima diferencia, incluyendo la derrota de 1-0 en semifinales de 2011.

Estados Unidos saltó al terreno sin su técnico Jurguen Klinsmann, quien cumplió un partido de suspensión impuesto por Concacaf por conducta irrespetuosa en el encuentro de semifinales ante Honduras.

El asistente Martin Vázquez se encargó de dirigir desde la banca a la tropa del Tio Sam, que careció de la contudencia mostrada en sus cinco partidos anteriores en los que arrolló a sus rivales con 19 goles anotados por sólo cuatro permitidos.

Fue un partido ríspido de ambos bandos, que cobró su primera víctima en el minuto 23, cuando Stuart Holden vio interrumpido su buen trabajo en el mediocampo estadounidense por una lesión tras un fuerte encontronazo con Blas Pérez, y tuvo que ser sustituido por Mix Diskerud.

Ambos equipos jugaron una primera mitad conservadora y de pocas acciones ofensivas, a la espera de un error rival para dar el primer golpe.

Para la segunda parte, Estados Unidos salió más activo y comenzó a llegar con más frecuencias a zona de peligro panameña con rápidas incursiones por las bandas.

En el 56, el capitán del equipo local, DaMarcus Beasley, lanzó un centro perfecto desde el lateral derecho a Landon Donovan, quien con todo el tiempo del mundo cabeceó fuerte, pero por fuera del palo izquierdo del arquero panameño Jaime Penedo.

En el 68, Vázquez buscó reforzar la defensa enviando a Shea por el volante Joe Corona, pero el larguilucho melenudo de Texas se las arregló para vestirse de héroe cuando a 30 segundos de pisar la cancha se encontró con un pase preciso Donovan, para rematar de zurda junto al palo izquierdo de Penedo y marcar la apertura.

En el 84, Eddie Johnson se perdió el segundo gol cuando tiró por arriba del larguero, sólo frente al portero, tras un centro de Diskerud.

En los finales del partido se produjo un conato de bronca entre jugadores de ambos equipos, del que salieron con tarjetas amarillas los locales Eddie Johnson y Brek Shea y los panameños Leonel Parris y Jairo Jiménez.

AFP.