El gobierno estadounidense revisó a la baja el crecimiento económico del país en el último trimestre 2013, lo que permite presagiar una expansión menos sólida en el actual.
El crecimiento del Producto interno bruto (PIB) se situó en 2,4% de octubre a diciembre, en términos anualizados y datos corregidos por variaciones estacionales, contra una primera estimación de 3,2%, según cifras del departamento de Comercio publicadas.
No es excepcional que el gobierno revise netamente los datos del PIB, pero la amplitud de esta revisión sorprendió a los analistas, que en su previsión mediana esperaban un crecimiento de 2,6%.
La revisión se explica primeramente por un incremento menor al previsto de los gastos de consumo. Motor principal de la expansión económica estadounidense, el consumo aumentó finalmente 2,6% contra 3,3% estimado antes.
Otros factores de la revisión a la baja, la acumulación de stocks se desaceleró y principalmente los gastos del gobierno se redujeron más.
Los del gobierno federal cayeron 12,8% durante el cuarto trimestre, con los servicios federales parcialmente paralizados en octubre a causa del enfrentamiento entre el Congreso y la administración del presidente Barack Obama sobre los recortes presupuestarios.
Aumento de inversiones
Del lado de las buenas noticias, el incremento de las inversiones fue más fuerte que lo previsto inicialmente (4,5% en lugar de 3,4%), y entre ellas las de las empresas subieron 7,3%.
"Cambiar del consumo a las inversiones es ciertamente una buena noticia", destacó Harm Bandholz, analista de UniCredit Economics.
"Finalmente la economía continuó avanzando a un ritmo razonablemente sólido, visto los obstáculos que encontró durante el cuarto trimestre", resumió Chris Williamson del grupo de servicios financieros Markit. En el tercer trimestre el crecimiento había sido más fuerte (4,1%).
Además del "cierre" del gobierno en el otoño, la economía estuvo sometida a condiciones invernales más rigurosas que lo normal en diciembre y al inicio de la reducción de la ayuda financiera de la Reserva Federal (FED).
Pero en vista de las señales de desaceleración de varios indicadores en enero -desde las ventas minoristas las del mercado inmobiliario- el primer trimestre podría mostrar una nueva desaceleración del crecimiento, estiman analistas.
Los economistas atribuyen a condiciones invernales excepcionales que se prolongan e incluso la Reserva Federal (FED) sugiere que el mal tiempo afectará a la economía al comienzo del año.
"Creo que es claro que el tiempo inhabitualmente frío jugó un importante papel" estimó la presidenta de la FED, Janet Yellen, ante el Congreso. El banco central permanecerá "muy atento a las señales que indiquen si la reactivación continúa como previsto".
Sin embargo ello no debería llevar a la FED a hacer una pausa en la reducción de sus inyecciones de liquidez en el sistema financiero.
"No quiero sacar conclusiones apresuradas", dijo Yellen, pero sería necesario "un cambio significativo" de las perspectivas económicas para hacer desviar de su rumbo a la política monetaria.
Los analistas prevén que la desaceleración del crecimiento continúe en el primer trimestre, en su mayoría por debajo de 2%.
"A causa de la madre Naturaleza, el primer trimestre no permanecerá en la memoria", afirmó Jennifer Lee, jefe de economistas de BMO Economics quien proyecta un crecimiento de 1,7% de enero a marzo.
Pero después de este enfriamiento temporario del primer trimestre, la mayoría apuesta a una aceleración en la segunda parte del año, haciendo pasar el crecimiento de 1,9% en 2013 a una tasa cercana a 3% en 2014.