El presidente de Ecuador, Rafael Correa dijo que Washington no responde si la CIA apoyó un ataque militar de Colombia contra la guerrilla de las Farc en territorio ecuatoriano, tema por el cual el embajador estadounidense fue convocado hace una semana a la cancillería en Quito.
"Tengo entendido que no, y en una contestación inmediata del embajador (Adan Namm) fue que Estados Unidos no da declaraciones sobre cuestiones de inteligencia, que las debiera dar", manifestó el mandatario en declaraciones a la prensa en Quito.
Correa enfatizó: "Pero aquí no fueron cuestiones de inteligencia, fue un ataque a un país soberano, que es otra cosa totalmente distinta. Seguiremos esperando y tomaremos las medidas del caso en el momento oportuno".
El viernes el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, llamó a su despacho a Namm para pedirle que aclare si la Central de Inteligencia (CIA) participó directamente en un bombardeo colombiano contra la guerrilla de las Farc en Ecuador en marzo de 2008.
El ministro dijo que entregó a Namm una comunicación en la que le manifiesta la preocupación de Quito por un informe publicado por el diario The Washington Post sobre la colaboración de la CIA en el ataque que mató al entonces número dos de las FARC, Raúl Reyes.
"El país fue bombardeado de forma absolutamente injusta por un campamento guerrillero infiltrado en nuestro territorio", señaló el gobernante, anotando que "ese bombardeo ha sido con apoyo de la CIA".
El mandatario insistió en que "seguiremos esperando las respuestas y reaccionaremos en el momento oportuno" y que "creemos que aquí hay un afán de dañar las relaciones con Estados Unidos, dañar las relaciones con Colombia y, sobre todo, boicotear el proceso de paz de Colombia, que para mí es la noticia más importante de la última década en América Latina".
Correa sostuvo que "para mí es un intento de la extrema derecha colombiana y extrema derecha estadounidense internacional para boicotear el proceso de paz en Colombia. La extrema derecha colombiana no quiere la paz, quiere la guerra".
Hace casi dos semanas, el diario The Washington Post señaló que la CIA y la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidenses colaboraron en acciones contra jefes de Farc, a través de un programa secreto que contó con un "presupuesto multimillonario". La ayuda a Colombia incluyó el suministro de un sistema de rastreo por GPS para bombas, mecanismo que las convirtió en armas de altísima precisión.
El bombardeo, considerado por la Organización de Estados Americanos (OEA) como una violación a la soberanía ecuatoriana, motivó la ruptura de relaciones diplomáticas entre Bogotá y Quito, que fueron restablecidas plenamente en 2011./AFP