Estados Unidos se prepara para una "muy buena cumbre" de las Américas en Cartagena de Indias, declaró un portavoz del Departamento de Estado, Mike Hammer, después de que el presidente colombiano Juan Manuel Santos confirmara que Cuba no asistirá a la cita.
"Nos estamos preparando para una muy buena cumbre", dijo Hammer, subsecretario interino para Prensa, en la primera rueda de prensa en español celebrada hasta la fecha en el Departamento de Estado.
Ante una nutrida presencia de corresponsales hispanos, Hammer reiteró que su país nunca esperó la presencia de Cuba teniendo en cuenta que no cumple con las condiciones de democracia y libertades públicas pactadas en la Cumbre de Quebec de 2001.
Santos, que viajó a La Habana para hablar del asunto con el líder Raúl Castro, reconoció que no había consenso para cambiar esa política.
El mandatario colombiano accedió sin embargo a que el tema sea planteado en la cumbre de los días 18 y 19 de abril.
"Vamos a ver qué se discute en la cumbre" se limitó a indicar Hammer, para quien Colombia está siendo "un muy buen anfitrión".
Ante la posibilidad de un boicot de algunos países, el portavoz añadió: "obviamente quisiéramos ver una gran participación".
Cuba se niega a tramitar su vuelta a la OEA que le daría derecho a estar presente en las Cumbres, puesto que la obligaría a suscribir la Carta Democrática del organismo.
Pero al mismo tiempo todos los países de la región han normalizado sus lazos diplomáticos con la isla, salvo Estados Unidos.
Washington espera de la próxima visita del Papa Benedicto XVI a la isla que plantee el tema de los derechos humanos, explicó Hammer.
En Cartagena, los temas que planteará Estados Unidos son cómo avanzar en la inclusión social, la seguridad ciudadana, la educación, la protección al medio ambiente o la cooperación energética, enumeró Hammer.
El objetivo es "enfocarnos en las preocupaciones de nuestros pueblos", explicó.
Estados Unidos quiere mejorar relaciones con los países con los que mantiene relaciones más conflictivas, incluida Venezuela, aseguró Hammer.
El gobierno de Barack Obama ha rechazado reiteradamente prolongar las querellas diplomáticas en la región, con éxito desigual.
"Tiene que haber intención de ambos lados, por parte nuestra sí tenemos la intención", dijo Hammer respecto a la normalización de relaciones con Venezuela.
Al mismo tiempo, el Departamento de Estado no ha logrado atraer a los grandes países como Brasil para coordinar posturas diplomáticas en temas internacionales.
La presidenta Dilma Rousseff será recibida en la Casa Blanca en poco más de un mes.
"Queremos tener una relación muy unida, trabajamos conjuntamente en muchos temas sumamente importantes (con Brasil). No veo ninguna resistencia de parte nuestra a que esa relación siga creciendo, desarrollándose", dijo el portavoz.
Hammer reconoció que hay frustración en México y América Central por la negativa, reiterada esta semana por el vicepresidente Joseph Biden en México y Honduras, a debatir la legalización de las drogas.
"Vemos claramente que hay frustración de cómo se puede afrontar este problema del narcotráfico. Estamos contra la legalización, pero estamos, claro, dispuestos a debatir el tema", para exponer esas razones, añadió.
El Departamento de Estado decidió celebrar esta primera rueda de prensa en español a sugerencia de los corresponsales, que fue recibida como una "muy buena idea" por la secretaria Hillary Clinton, dijo Hammer, que se expresó en un perfecto español.