EU: crece temor empresarial | El Nuevo Siglo
Jueves, 25 de Octubre de 2012

Las grandes empresas estadounidenses se muestran alarmadas por el riesgo de que el bloqueo político en el Congreso impida llegar a un acuerdo para reducir la deuda pública federal, y se configure el escenario de un "precipicio fiscal", una serie de recortes automáticos del gasto público y subas de impuestos establecidas por ley.

Lloyd Blankfein, presidente del banco de inversiones Goldman Sachs advirtió recientemente en la televisora CNBC que el bloqueo fiscal es un problema "muy serio" que podría hacer "desencarrilar" la recuperación.

Otros banqueros como Jamie Dimon (JPMorgan Chase) o presidentes de firmas del sector industrial como el titular de General Electric, Jeffrey Immelt, multiplicaron en los últimos días las advertencias sobre el peligro que esta parálisis representa para la economía.

Las empresas estadounidenses, en plena temporada de resultados trimestrales, presentan un escenario difícil para los meses venideros, y muchas de ellas bajan sus previsiones para los últimos meses del año.

Algunas incluso temen que la debilidad de la recuperación se prolongue, y anuncian cierres de plantas y recortes de personal, como el fabricante de chips AMD, las empresas químicas Dow Chemical y DuPont, y el fabricante de pañales y pañuelos Kimberly-Clark, e incluso el fabricante de autos Ford.

Aunque los factores principales de esta situación son la crisis en Europa y la desaceleración en China, los ejecutivos de las multinacionales denuncian también el impacto de esta parálisis fiscal en Estados Unidos.

La falta de un acuerdo entre parlamentarios republicanos y demócratas sobre la forma de reducir la colosal deuda federal antes de fin de año, provocaría el lanzamiento de recortes del gasto y aumentos de impuestos el primero de enero. La consecuencia: una contracción de 3% a 5% del PIB según analistas.

Para el presidente de GE, es "la variable más importante" que pesa sobre el 2013.

Según su colega Dave Cote, presidente del fabricante de equipos industriales Honeywell, existe "el potencial para una buena reactivación" en Estados Unidos y en el mundo, "si el gobierno hace su trabajo y resuelve el problema" de la parálisis política sobre la deuda. En caso contrario, este ejecutivo advierte de un "desastre potencial".

La amenaza de este bloqueo, también conocido como "muro presupuestario" en inglés, pesa sobre el sector bancario y congela proyectos de fusiones y adquisiciones.

El sector de la defensa se ve particularmente amenazado.

La mitad de los recortes presupuestales automáticos, que alcanzan 1 billón de dólares anuales en 10 años, se concentran en el Pentágono, que ya se comprometió a realizar recortes por 487.000 millones de dólares en ese período.

Es una incertidumbre "sin precedentes" para el sector de la defensa, que podría generar "impactos" en toda la cadena productiva, señalaba en julio el presidente de Lockheed Martin, Bob Stevens.

Para el analista Art Hogan, estratega bursátil de Lazard Capital Markets, ningún sector está a resguardo.

"Es difícil para una empresa saber que ocurrirá el año siguiente si no se sabe lo que significa la reducción de la deuda en términos de impuestos y gastos del gobierno", señaló.

En consecuencia, muchas empresas congelan las contrataciones e inversiones, en todos los sectores, desde las finanzas hasta la industria, pasando por los vendedores minoristas, añadió el economista independiente Joel Naroff. "No hay razones para contratar si nos dirigimos hacia una recesión", enfatizó.

Un acuerdo en el Congreso parece poco probable antes de las elecciones presidenciales del 6 de noviembre. El Legislativo, que será parcialmente renovado el mismo día, se reunirá nuevamente a partir de mediados de noviembre y tendrá entonces seis semanas para alcanzar un acuerdo.