El gobierno del presidente estadounidense Barack Obama redobló su ataque contra leyes electorales restrictivas y nuevos mapas distritales que podrían ayudar a inclinar la balanza a favor del Partido Republicano en las elecciones de 2012.
El fiscal general Eric Holder arremetió contra los esfuerzos de alejar a la gente de las urnas y prometió aplicar todo el peso del Departamento de Justicia para proteger los derechos de los votantes.
"Necesitamos sistemas electorales libres de fraudes, discriminación e influencia partidaria, y que sean más, y no menos, accesibles a los ciudadanos de este país", dijo Holder en un discurso preparado para pronunciarse en la Biblioteca Presidencial Lyndon Baines Johnson, en Austin, Texas.
Nuevas normas en una docena de estados -luego que los republicanos lograran el control de sus legislaturas en las elecciones legislativas de 2010- podrían dificultar la participación en los comicios de tanto como cinco millones de electores, de acuerdo con un estudio del Centro Brennan de Justicia de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York.
Los estados afectados, incluyendo enclaves como Florida y Ohio, dan cuenta de 171 de los 270 votos del colegio electoral necesarios para ganar la presidencia, dijo el Centro en su informe de octubre.
Holder dijo que el Departamento de Justicia "revisará cuidadosamente" los cambios en las normas electorales y las prácticas -incluyendo los límites de los distritos- en los 16 estados que requieren autorización previa debido a su historia de discriminación.
AFP