Los vehículos eléctricos representan todavía un sector minoritario del mercado automovilístico estadounidense, pero sus ventas comienzan a tomar la delantera a pesar de su elevado costo y del repliegue de los precios de los combustibles.
Los autos recargables registraron fuertes ventas a lo largo de los primeros seis meses del año, según las cifras divulgadas esta semana por los fabricantes, a pesar de que los precios sean claramente más elevados y los costos de mantenimiento alcancen a veces 6.000 dólares más que los de los automóviles a gasolina.
General Motors vendió en el primer semestre más de su modelo Chevrolet Volt híbrido (motor eléctrico pero que también puede ser impulsado a gasolina cuando se agota la batería) a 39.000 dólares, que en todo el año pasado.
Al mismo tiempo, Toyota comercializó más de 4.300 unidades de la versión completamente eléctrica de la familia Prius tras el lanzamiento del modelo en marzo, a pesar de que, a un mínimo de 32.000 dólares, es un tercio más caro que el modelo básico de los Prius híbridos.
El Leaf de Nissan, a 35.000 dólares y uno de los pioneros en el mercado, vio cómo sus ventas cayeron levemente a 3.148 unidades el mes pasado.
En el segmento de alta gama de este mercado, las ventas también tienen se incrementan.
Fisker Automotive señaló que entregó más de 1.000 unidades desde el comienzo del año de su Karma, un modelo deportivo de lujo recargable con un valor de unos 105.000 dólares.
Y la lista de espera es larga para el Tesla Model S, del fabricante californiano presentado como "la primera berlina eléctrica de alta gama". El modelo fue lanzado en junio a un valor de 50.000 dólares.
No obstante, el lanzamiento de estos automóviles se habría visto afectado por las informaciones de incendio en las baterías mientras son sometidas a pruebas. El modelo Karma y aquellos del fabricante chino BYD sufrieron estos incidentes.
Los fabricantes sostienen que trabajan para eliminar estos problemas mientras que los fabricantes de baterías buscan mejorar su tecnología.
Los compradores deben además hacer frente a los elevados costos de mantenimiento, entre 5.000 y 6.000 dólares más elevados que para un vehículo a gasolina, según un nuevo estudio del Foro Internacional de Transportes.
A pesar de las mejoras sustanciales en las últimas generaciones de estos vehículos, "los automóviles eléctricos siguen siendo más caros que sus equivalentes a carburantes fósiles y podrían precisar de incentivos gubernamentales" para que sus ventas pasen a un nivel superior, destaca el estudio.
Pero de todos modos, la demanda de coches eléctricos avanza a paso firme y los consumidores tienen la posibilidad de optar por una cada vez más amplia gama de modelos.
Ford comenzó a vender la versión eléctrica de su exitoso Focus, mientras que este mes, Honda debe hacer lo propio con su modelo Fit con una autonomía de desplazamientos de sólo 130 km.
De su lado, Nissan se propuso abrir este año una unidad de ensamblaje de sus eléctricos Smyrna, en Tennessee (sur). El proyecto está financiado con 2.000 millones de dólares en préstamos del Departamento de Energía estadounidense.