Brian Fung
Periodista del diario The Washington Post
Colombia no es un país rico. La nación suramericana cuenta con seis niveles socioeconómicos y el 88% de los colombianos están en los tres niveles más bajos. La población de la base de la pirámide económica en Colombia vive con menos de 2 dólares al día. Sin embargo, el país está en camino de construir lo que, incluso según estándares norteamericanos, se consideraría tecnología de vanguardia: sus líderes están ampliando el acceso a internet con fibra óptica al 96% de las ciudades y poblaciones del país. Si todo sale como se ha planeado, pronto todos los colombiano tendrán incluso su propio espacio para almacenamiento de datos en la nube, una pequeña parcela digital proporcionada por el Gobierno.
A diferencia de los Estados Unidos, donde la tecnología ha ayudado a crear nuevas divisiones entre los ricos y los pobres, Colombia quiere utilizar internet para cerrar la brecha de la riqueza. Parece que el programa está funcionando, de acuerdo con lo que dice Diego Molano, ministro de tecnologías de la información y las comunicaciones de Colombia. En los últimos tres años, dice, el programa ha ayudado a sacar a 2,5 millones de personas de la pobreza. Pero aún existe una diferencia digital internacional, indica Molano, porque la mayoría de las aplicaciones y servicios en el mundo no se han concebido teniendo en cuenta a los pobres. Están concebidas para los ricos.
Hablé por teléfono con Molano esta semana. Lo que sigue es una transcripción ligeramente editada de nuestra conversación.
BRIAN FUNG: Usted estaba en Washington esta semana para hablar de la tecnología colombiana en relación con el esfuerzo de su país por vincularse a la OCDE. ¿De qué habló?
DIEGO MOLANO:El principal objetivo que tenemos en Colombia es utilizar la tecnología y las TIC (tecnologías de información y comunicaciones) para resolver el problema más importante de Colombia y ese problema es la pobreza. Hace tres años y medio, cuando comenzó este Gobierno, más del 38 por ciento de los colombianos vivían debajo de la línea de la pobreza. El Gobierno se ha enfocado a ayudar a la gente a dar un salto significativo. Hemos sacado a 2,5 millones de personas de la pobreza en solamente tres años.
BF: ¿Cuál es exactamente el papel de la tecnología aquí?
DM: Existe una muy estrecha correlación entre la penetración de internet y la reducción de la pobreza. Lo veo todos los días. Cuando, por ejemplo, conectamos una escuela rural a internet, cuando conectamos una escuela pequeña en la mitad de la selva a internet, esos niños en la mitad de la nada tienen efectivamente la misma oportunidad de acceder a la totalidad de la sociedad de la información, de la misma manera que lo hace cualquier niño en Nueva York, Londres o París.
BF: Permítame referirme a la parte de infraestructura por un momento. ¿Quién la está construyendo y cuánto cuesta?
DM:Recaudamos bastante dinero del Gobierno. Pusimos ese dinero sobre la mesa y lo subastamos. Es un subsidio para la inversión de capital de los inversionistas. Lo pusimos sobre la mesa y dijimos, "el ganador es la empresa que ofrezca conectar el mayor número de municipios a la banda ancha". Cuatro empresas hicieron ofertas y una ganó. Ahora está conectando a 1.078 municipios, que equivalen al 96% de los municipios del país.
BF: Si una compañía lo está construyendo todo, ¿cómo mantendrá la competencia en banda ancha? En los Estados Unidos muchas áreas son atendidas por solamente uno o dos proveedores. Esto suena parecido.
DM:La compañía que construyó la fibra, de acuerdo con el contrato que firmamos, está obligada a dar acceso a cualquier operador que solicite usar esa fibra a precios regulados. De manera que ahora seis compañías LTE están desplegándose en el país y tienen que cubrir todos y cada uno de los municipios. Entonces esas compañías usan ahora esa fibra porque esa fibra es una red abierta.
Compañías americanas
BF: ¿Está trabajando con compañías estadounidenses de tecnología? ¿Cuáles? ¿Qué les está diciendo?
DM:Ahora estamos trabajando con SAP y Google, Oracle y Facebook; con muchas compañías de software. Básicamente, este el laboratorio perfecto. Colombia es el laboratorio perfecto para ellas, porque la gente pobre ya está conectada en este país. Tenemos 7.600 comunidades de internet en áreas rurales. Si hay una comunidad con más de 100 habitantes, los conectamos a internet a través de un centro de internet.
No quiero el dinero de esas compañías. Quiero que ellas me digan cómo capacitar masivamente a las personas aquí. Queremos que Colombia tenga la mayor cantidad de desarrolladores usando sus sistemas -Android, Facebook, BlackBerry, SIP, aplicaciones de Windows; queremos los expertos en iOS. Lo que queremos de ellos es que nos ayuden a masificar la capacitación, porque queremos que Colombia tenga el mayor número de desarrolladores para la base de la pirámide.
BF: Esas compañías han sido criticadas en ocasiones por aumentar la desigualdad. ¿Existen tensión entre el potencial de la tecnología para igualar y su potencial para crear más desigualdad?
DM:La tecnología puede generar desigualdad, pero también estamos reduciendo la desigualdad. Cuando se conecta a un cultivador de papa en las montañas de los Andes y ese cultivador duplica sus ingresos gracias a internet, se está reduciendo la desigualdad. Y Colombia es el país que más ha reducido la desigualdad en la región en los últimos tres años.