Como un hecho extraordinario y que debe ser resuelto para desescalonar la guerra, calificó el vocero de las Farc en la mesa de negociación en La Habana, Pablo Catatumbo, la retención por parte de un bloque de esa guerrilla del general Darío Alzate, una civil y dos personas más.
Esto apenas comienza: Pablo Catatumbo
El vocero guerrillero aseguró que este es un hecho normal de los que ocurren en la guerra y que se da en medio de los diálogos que se acordaron se realizarían en medio del conflicto. Advirtió que “mientras continúe la confrontación se van a presentar hechos como éste e incluso más graves".
En rueda de prensa desde Cuba, agregó que "es la hora de la sensatez y de pensar con cabeza fría que a Colombia le llegó la hora de la paz. Para eso hay que crear unas condiciones, aclimatar la posibilidad de que por fin podamos alcanzar la paz en Colombia y debemos desescalonar la guerra. Eso no se puede lograr si no se desescalona todo, empezando por el lenguaje”.
El vocero de las Farc señaló que “corresponde a una decisión del Gobierno continuar los diálogos en medio de la guerra” y dijo que “creemos que este incidente nos debe poner a reflexionar en la necesidad de abordar ya un cese bilateral del fuego”.
Al insistir en el tema manifestó que “eso generaría un medio ambiente distinto. Un cese bilateral al fuego generaría un medio ambiente más tranquilo, nos evitaríamos este y otros incidentes que se puedan presentar en el curso de la guerra y aclimataría al país la posibilidad de adelantar las conversaciones sin esos sobresaltos que produce la guerra” .
Insistió en que Alzate "es uno de los generales más importantes dentro de toda la concepción contrainsurgente que tiene las Fuerzas Militares" y que "fue capturado en ejercicio de su mando y en su propio teatro de operaciones. Ejerciendo el mando, sin usar la violencia. Entonces son hechos que se presentan, y por eso he calificado de hecho extraordinario lo que acaba de acontecer. Y ante esta situación hay que buscarle una salida y estamos dispuestos a encontrarle una pronta, tranquila y justa solución a este problema. Porque es un problema que está ahí”.
Finalizó indicando que “estamos a la espera de que el Ministro de la Defensa aclare al país qué hacía el general, rompiendo todo el protocolo de seguridad, que hacía en una zona de guerra y donde no hay posibilidad de construir hidroeléctricas, como se dijo”
Farc confirman que tiene al general Alzate
En una misiva oficial, El bloque Iván Ríos perteneciente a las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia (Farc) confirmó que tienen en su poder al general brigadier general Rubén Darío Alzate Mora, comandante de la Fuerza de Tarea Titán; el cabo primero Jorge Rodríguez Contreras y la abogada Gloria Urrego, coordinadora de Proyectos Especiales de esa Fuerza de Tarea.
El grupo insurgente ha dicho que respeta la vida y la integridad de sus prisioneros, refiriéndose al general Alzate y sus acompañantes. “Respetamos la vida e integridad física y moral de nuestros prisioneros y estamos plenamente dispuestos a garantizarlo”.
Es la primera vez que las Farc confirman la detención del oficial de alto grado e indican que “en ejercicio de sus tareas de seguridad, interceptaron, en uno de los retenes móviles que mantienen a orillas del río Atrato, el bote en que se trasladaba el señor Brigadier General del Ejército Nacional”.
Añade que “pese a vestir ropas civiles, los tres fueron capturados por nuestras unidades, en razón a que se trata de personal militar enemigo”, el grupo armado argumentó la captura diciendo que “sin cese bilateral de fuego, las que el Presidente llama reglas del juego, no pueden operar solo para las fuerzas del Estado”
Poco después de la publicación, el grupo armado a escrito en un ‘tuit’ que su cuenta fue jaqueada.
A continuación comunicado oficial del frente guerrillero:
El día 16 de noviembre, a eso de las 15:00 horas, unidades guerrilleras pertenecientes al Bloque Iván Ríos de las FARC-EP, en ejercicio de sus tareas de seguridad, interceptaron, en uno de los retenes móviles que mantienen a orillas del río Atrato, el bote en que se trasladaba el señor Brigadier General del Ejército Nacional, en servicio activo, Rubén Darío Alzate Mora, comandante de la denominada Fuerza de Tarea Conjunta Titán que opera en esta zona del país.
En compañía del general Alzate viajaban el cabo segundo del Ejército Jorge Contreras Rodríguez y la señora Gloria Urrego, abogada al servicio de la mencionada unidad militar. Una vez identificados plenamente, pese a vestir ropas civiles, los tres fueron capturados por nuestras unidades, en razón a que se trata de personal militar enemigo, que se mueve en ejercicio de sus funciones, en área de operaciones de guerra.
Más si se tiene en cuenta la responsabilidad que ocupa el general Alzate en el Ejército Nacional, como cabeza de una Fuerza de Tarea Conjunta, estructura diseñada por los mandos militares del Pentágono para la guerra frontal contra el pueblo de Colombia y su insurgencia armada. Son grandes las cuentas pendientes del general Alzate con la justicia popular. Seguramente su caso amerita un detenido examen en el que habrá que balancear muchas cosas.
Todos los días, en distintos lugares del país o el exterior, el Presidente Santos reitera la orden de arreciar con todo el poder del Estado contra las FARC-EP. Y eso pese a las conversaciones de paz que se adelantan en La Habana. Su ministro de defensa bufa una y otra vez sobre lo cerca que están de caer las cabezas de los mandos guerrilleros, asegurando que quienes salen a dialogar en la Mesa de Conversaciones lo hacen para huir de la muerte inminente.
Buscamos la paz porque hay un conflicto armado, reconocido legal y políticamente por el actual gobierno. La soberbia de la oligarquía la lleva a pensar que incluso en medio del proceso de paz, posee el derecho de matar y despedazar colombianos, de aterrorizarlos y aplastarlos, sin que estos tengan el menor derecho a responder a sus violencias. Sin cese bilateral de fuego, las que el Presidente llama reglas del juego, no pueden operar solo para las fuerzas del Estado.
Respetamos la vida e integridad física y moral de nuestros prisioneros y estamos plenamente dispuestos a garantizarlo hasta donde nos sea permitido por la ira estatal. Las cárceles del país están hacinadas de prisioneras y prisioneros políticos y de guerra. La solución a los grandes males que padece nuestra patria tiene que ser la del diálogo, siempre hemos estado dispuestos a ello. Sin imposiciones, respetando la condición política y personal de los adversarios.
No está de más advertir que estamos subordinados a las decisiones que adopten las instancias superiores de las FARC-EP.