La selección estadounidense de fútbol se tomó la revancha y derrotó 2-1 a Ghana en el Grupo G, este lunes en Natal, cuatro años después de caer por idéntico resultado en octavos de final en Sudáfrica-2010.
El delantero y capitán de Estados Unidos, Clint Dempsey, hizo el gol más rápido del Mundial al adelantar a los suyos a los 30 segundos con una gran acción individual. André Ayew empató en la segunda parte (82) y, al final, John Anthony Brooks le dio el triunfo a los norteamericanos de cabeza a la salida de un córner (86).
Estados Unidos y Alemania, que ganó 4-0 a Portugal en el primer encuentro del día, lideran la llave G.
Estos dos combinados nacionales se enfrentaban por tercera vez consecutiva en la Copa del Mundo y ambos partidos anteriores habían acabado igual: 2-1... pero a favor de Ghana. Este lunes, el marcador no iba a ser una excepción.
En Alemania-2006, los estadounidenses cayeron eliminados en la fase de grupos al perder en la última jornada ante los africanos y, cuatro años después, en Sudáfrica, se repitió el marcador en octavos.
Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío y tuvieron que pasar ocho años para que los pupilos del alemán Jurgen Klinsmann disfrutaran de él.
El seleccionador de Ghana James Kwesi Appiah alineó a un equipo ofensivo, con una tripleta atacante liderada por Asamoah Gyan perfectamente escoltado por los hermanos Jordan y André Ayew. El mediapunta Kevin Prince Boateng, una de las estrellas de los africanos, arrancó el choque en el banco junto al centrocampista Michael Essien, otro ídolo en su país.
Sonaron los himnos, el árbitro sueco Jonas Eriksson señaló el inicio del partido, algunos aficionados empezaban a acomodarse en sus asientos y, entonces, el capitán Clint Dempsey controló el balón en la frontal del área, burló a un central ghanés y marcó a los 30 segundos el quinto gol más veloz de la historia de la competición mundial.
Dempsey vio portería por tercer Mundial consecutivo y volvió a marcarle a Ghana ocho años después.
Ésta pareció noqueada durante los siguientes minutos. No había tenido tiempo para entrar en el partido, ya iba perdiendo 1-0 y no era capaz de superar la disciplina germana instalada por Klinsmann entre los suyos.
Así, Jozy Altidore pudo ampliar la diferencia pero cabeceó mal primero (6) y se encontró con el cruce 'in extremis' de un zaguero después (18), cuando los miles de espectadores norteamericanos presentes en el estadio de Natal ya gritaban gol. Uno de ellos fue el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, que no quiso perderse tan marcado acontecimiento.
Los africanos se sacudieron sus miedos poco a poco y, comandados por un gran Christian Atsu desde la derecha, pusieron en apuros a la escuadra de Klinsmann.
El extremo de 22 años lanzó varios centros peligrosos y estuvo muy activo en la primera mitad pero fue el astro de las 'Estrellas Negras', Asamoah Gyan, quien se inventó un disparó potentísimo desde la frontal y que hizo que Tim Howard tuviera que esforzarse al máximo para despejar el balón (31).
Jordan Ayew, al borde del descanso (45+4), remató sin fe otra gran internada por la diestra.
La segunda mitad fue un asedio ghanés. Estados Unidos se echó atrás y sufrió las constantes llegadas de sus rivales, que buscaron el empate con determinación pero sin suerte ni acierto.
De esta forma, Sulley Muntari cargó las esperanzas de su nación en su botín izquierdo y su poderoso disparo se marchó desviado por escasos milímetros (54). La misma suerte corrió Gyan, que lo intentó de cabeza (57) y con la derecha (63), pero siempre se encontró con el cuerpo de un defensa o con las manos salvadora de Howard.
Cuando todo parecía acabado, llegó la fiesta en forma de gol.
Gyan dejó el detalle técnico del choque con un taco mágico para que Ayew rompiera las mallas rivales con un tiro con el exterior de su pie izquierdo y, minutos después, Brooks conectó un testarazo inapelable para dar el triunfo definitivo a Estados Unidos.