David Beckham, la superestrella inglesa que se acostumbró a ganar sobre el gramado, enfrenta ahora uno de sus más difíciles retos: superar la creciente oposición a su soñado estadio en el puerto de Miami para acoger a su equipo de fútbol estadounidense.
El astro ahora retirado anunció con bombos y platillos en marzo sus planes para erigir en el puerto de esta ciudad de Florida (sureste) un vanguardista estadio a cielo abierto con capacidad para 25.000 fanáticos, con vistas privilegiadas del mar y a la silueta de los modernos edificios del centro, a un costo de 250 millones de dólares.
El estadio será la sede del equipo que adquirió de la Liga estadounidense de fútbol (MLS) el exinternacional inglés, que jugó más de cien partidos con su selección y militó en clubes como el Manchester United y el Real Madrid.
Pero el proyecto comenzó a ser resistido por un grupo de empresas navieras, lideradas por la firma de cruceros Royal Caribbean, que formaron la llamada Miami Seaport Alliance (Alianza del Puerto Marítimo de Miami), y rápidamente se le han ido uniendo grupos de ciudadanos de la ciudad, que temen un aumento del tráfico en el ya caótico centro de la ciudad, y hasta las autoridades de la turística Miami Beach.
- Empleos e inversiones en peligro -
En varios anuncios a página completa en el diario Miami Herald, la Alianza ha asegurado que el estadio pondría en riesgo miles de puestos de trabajo y millonarias inversiones en el puerto, que emplea a más de 207.000 personas y es la segunda principal fuente de ingresos del condado de Miami-Dade.
"No podemos apoyar un estadio en el puerto de Miami por los riesgos que supondría para los puestos de trabajo, las operaciones de cruceros y buques de carga y el futuro promisorio del puerto", escribió la Alianza en uno de los anuncios, en el que recuerda las millonarias inversiones hechas para poder recibir los supercargueros que llegarán a partir de 2015 tras la ampliación del Canal de Panamá.
"Definitivamente ha existido una campaña de desinformación de parte de la oposición" al proyecto, replicó el abogado en Miami del Grupo Beckham, Neisen Kasdin, en conversación telefónica con la AFP.
Según Kasdin, las apropias autoridades del puerto han señalado que el área donde se construiría el estadio no es apto para actividades portuarias.
Los partidos, una veintena máximo al año, tendrán lugar sábados, domingos y algunos miércoles en la noche, "después de que todas las operaciones portuarias han cesado y después de la hora pico de tráfico", dijo Kasdin.
"Lo que Beckham quiere y necesita es un estadio en el centro de la ciudad que esté al lado o cerca del agua", insistió.
Sin un estadio propio, la MLS no le daría luz verde al equipo de Beckham, advirtió.
Un aliado clave del proyecto ha sido el alcalde de Miami-Dade, Carlos Gimenez, quien tiene la última palabra ya que el puerto queda en su jurisdicción.
"Para ser honesto, no existe nada, no hay nada que signifique que no pueda hacerse en el puerto", dijo Gimenez hace unos días en una entrevista radial.
- "Desplazado de mi ciudad" -
Kasdin tuvo que soportar el miércoles pasado numerosas críticas que le fueron lanzadas en una reunión pública en el ayuntamiento de Miami Beach, cuyo alcalde, Philip Levine, se opone frontalmente al proyecto alegando que el proyecto colapsará el tráfico de la zona, que se conecta con Miami-Dade por medio de varios puentes.
"Me siento como si me desplazaran de mi ciudad, la ciudad en la que nací", dijo un líder comunitario de South Beach, Ron Brenesky, junto a muchos vecinos que se mostraron preocupados sobre todo por la posibilidad de que empeore el tráfico.
El alcalde Levine cerró la reunión, a la que también asistieron fanáticos del fútbol que apoyan la posibilidad de tener un equipo en Miami, con una irónica propuesta de situar el estadio en el aeropuerto internacional de Miami, alegando que ahí no perturbaría el tráfico circundante y tendría vistas inmejorables.
El alcalde de Miami-Dade ha dicho que pronto hará saber su decisión, y Kasdin se muestra optimista.
Beckham quiere que el estadio esté operativo inclusive antes de la fecha prevista, 2018, agregó Kasdin, quien ha insistido en que el grupo del futbolista está abierto a otras opciones de locaciones, pero "nadie me ha mostrado un sitio que funcione tan bien como el del puerto".