La intempestiva determinación de la Junta Directiva del Banco de La República de subir la tasa de interés en cinco por ciento, generó una serie de reacciones que conllevan a indagar que tan autónoma es la hoy refutada junta y que tan responsables son sus laudos.
Ya hay voces en el Congreso que proponen adelantar una reforma constitucional que apunta a modificar la autonomía del Banco. La verdad, el alza en los intereses y el rifirafe entre Junta y Gobierno, estimuló a algunos parlamentarios a pensar en el tema.
Sobre el particular surgen varias preguntas y una de ellas tiene que ver con el recibo que una medida de estas pudiera tener sobre la firmas calificadoras de riesgo y de igual forma se plantea qué tan acertado fue que el Banco Central empezara a blindarse de manera temprana, por los efectos que pudiera traer la complicada situación fiscal del mundo que mira con reserva la Zona Euro y otras latitudes con síndrome de contagio.
El país quedó perplejo con los señalamientos hechos a la Junta del Banco por parte del Ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo Salazar, quien dijo enfáticamente que el sector agropecuario será el paganini y el que llevará del bulto con la nueva tasa de interés.
Esa salida dejó muy mal parados a los codirectores y puso el dedo en la llaga sobre el manejo en la política monetaria y cambiaria del país.
Las inquietudes y el inconformismo se escucharon también por el lado del sector real de la economía que le dio mal recibo a la última decisión del Banco, al considerar que ésta se parrandeará en el crecimiento económico y en el dinamismo experimentado en los últimos meses. Sin embargo el empresariado defiende la independencia del Banco y sostiene que por encima de todo está la autonomía.
Los gremios de la producción cuestionaron de manera vehemente la decisión y señalaron al Banco Central como responsable de una posible debacle económica, que puede darse como consecuencia de la menor demanda de bienes y servicios.
Los empresarios y los analistas precisan que tal medida puede ser la estocada para el aparato productivo del país que verá menores ingresos y sí una competencia inmisericorde por la vía de las importaciones y el contrabando.
Para no ir tan lejos, los industriales afirmaron que el ajuste en el tipo de cambio llegó en momentos de buen comportamiento en la economía.
El presidente de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), Luis Carlos Villegas dijo que esa primera reunión del Emisor dejó muy mal a más de uno.
“Ese buen momento de crecimiento de los distintos sectores puede verse frenado por el alza en las tasa de interés y ese buen momento de las exportaciones frenado por una tasa de cambio que por la vía de más altos intereses se va a devaluar más. El Banco es prudente y me parece que en esta oportunidad ha sido excesivamente prudente, vamos a ver el dato en materia de inflación a quién le da la razón. Yo creo que los precios en Colombia siguen estando dentro de rangos bastante aceptables desde el punto de vista mundial y por lo tanto no era el momento de subir las tasas de interés dada la incertidumbre internacional”, consideró Villegas.
Las criticas las hizo igualmente el presidente nacional de Fenalco, Guillermo Botero Nieto, quien vaticinó un ejercicio económico muy flaco para la vigencia de 2012.
Lamentó la orden del prestamista de primera instancia y dijo que el impacto será de más de 400 mil millones de pesos. “Esa medida no nos gusta, no nos conviene y le hará un terrible daño a la economía”, sentenció.
El presidente de la Asociación Colombiana de de Industriales del Calzado el Cuero y sus Manufacturas, Luis Gustavo Flores, tildó la decisión de “muy trágica” porque le abre la puerta a los capitales especulativos, golpeando el crecimiento de la economía y el empleo.
No dudó sobre la autonomía de la Junta Directiva del Banco, pero expresó su preocupación por decisiones como la del lunes pasado.
“Esta es una Junta muy equilibrada, muy a pesar que en su primera reunión del año haya priorizado temas que no son tan apremiantes como la revaluación, porque con eso afectó las exportaciones e hizo más atractivo el país en materia de inversión asunto que agudizará los problemas del valor del dólar”, declaró.
Para el Presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía López, si bien la decisión del Banco no gustó por los efectos que traerá a la economía agropecuaria, eso no quiere decir que al Emisor se le deban quitar o disminuir sus funciones.
Dijo que el Banco de la República como Banco Central debe ser autónomo, pero oyendo a los diferentes sectores para poder canalizar la información requerida para entrar a decidir sobre diversos aspectos de la economía.
“Hay algo muy elemental y es que reducir el radio de acción del Banco nos llevaría a una situación tan delicada que no habría una visión de corto, mediano y largo plazo sobre el devenir económico. La misión del Banco central es mirar y observar todos los sectores para poder hacer las conjeturas y previsiones del caso”, subrayó.
Tras escuchar las críticas, el analista económico, Eduardo Sarmiento aseguró que todo lo anterior, más la estrepitosa caída del dólar, demuestra que las determinaciones del Banco Central no tienen el sabor de autonomía y obligan a revisar la manera como el banco lee la economía interna y externa.
Anotó que sobre el papel y por mandato constitucional, el Banco de la República tiene plena autonomía, pero dijo que para nadie es un secreto que está Junta ha sido influenciada por los gobiernos de turno.
“Aquí esta haciendo carrera la doble moral porque en un tiempo el Ministro de Hacienda se oponía a algunas políticas del Banco y ahora está en línea con el Emisor”, dijo.
Esa autonomía se ve mermada por la presencia del ministro de Hacienda.
Opinó que no tiene sentido que el Gobierno tome medidas o apoye algunas para luego contradecirse. Según Sarmiento, las fuertes críticas del ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan Camilo Restrepo al alza en los intereses, “se hicieron al mejor estilo de Angelino”.
El experto en temas económicos dijo que el ejecutivo ha tenido fuerte presión en la Junta del Banco Central porque nombra y saca codirectores de acuerdo a la posición que adopten. Aclaró que esta práctica no es exclusiva del Gobierno actual porque viene de tiempo atrás.
“Aquí el que no hace caso se va, el asunto es así de sencillo, colabora o sale, muy a pesar de que tomen medidas acomodadas o equivocadas en total perjuicio de empresarios y trabajadores”, consideró.
Para Sarmiento el gran lío es que ni Banco ni Gobierno han llegado al diagnóstico del problema y sí por el contrario navegan en un mar de confusiones que no les permite mirar con coherencia la raíz del asunto, para tomar así los correctivos del caso sin márgenes de equivocación. Las dudas y la falta de información hacen que salgan a la opinión pública con medidas que todavía generan interrogantes.
Insistió que en Colombia llegó la hora de propender por el cambio en el modelo económico porque el consenso de Washington está mandado a recoger.
Por los lados del Congreso, el Senador Gabriel Zapata defendió la autonomía del Banco y precisó que esta independencia del Emisor es sabia por el bien del país.
“Pueda ser que no compartamos algunas decisiones o informes del Banco Central. Nos puede molestar alguna posición de este, pero hay que defender su autonomía”, señaló Zapata.
Dijo que hay situaciones que han sido muy bien manejadas por la Junta del Banco aunque reconoció falencias en la forma como se debe meter en cintura la revaluación del peso.
El Senador, Juan Mario Laserna aseveró que ve al Banco “muy bien” y consideró que hacerle cambios sería un gran error.
“El Banco central está bien diseñado, hacerles modificaciones no tendría sentido”, dijo.
Para Laserna, el ingreso de dólares por tasas del cinco por ciento no es un asunto probado.
Opinó que si el Banco no hubiese subido la tasa de interés hubiese propiciado un gran problema por el lado de la inflación porque hay de por si un riesgo de recalentamiento en la economía.
Fue enfático en defender la autonomía del Banco Central por considerar que ésta es trascendental para el buen funcionamiento de la economía y para mantener en niveles óptimos los indicadores de inflación.
“El Banco es independiente y ha demostrado que toma medidas de acuerdo a los requerimientos de la economía, en mi concepto se equivocan quienes sugieren cambios”.
Las firmas comisionistas de Bolsa igualmente defendieron la tarea hecha por el Banco de la República y precisaron que justo esa es la función del ente, actuar con total autonomía.
La analista de renta fija de la firma, Acciones y Valores, Beatriz Alarcón, dijo que la Junta ha actuado con eficacia a la hora de cumplir con uno de sus más indispensables mandatos, el control de la inflación.
“El Banco Central ha hecho una juiciosa tarea en el control de la inflación y por ello la última medida no puede verse como una equivocación pues está atacando un problema que se ve por el exceso de demanda y endeudamiento. El Emisor está tomando decisiones autónomas y eso es de gran valor. En la parte de política monetaria la tarea también esta bien hecha, luego creo que una iniciativa parlamentaria para restar poderes a la Junta no va a prosperar”, consideró.
En su concepto el Banco está regulando y controlando la inflación, asunto que no admite dudas sobre el buen desempeño de la Junta que está cumpliendo a cabalidad con lo que se le encomendó.
Coincidió con el parecer de muchos que dan cuenta que un acto legislativo que disminuya la autonomía del Banco dejaría en una muy mala posición a Colombia porque se vendrían encima las calificadoras de riesgo y el país perdería toda la credibilidad ganada.
Agregó que también resultaría una pésima señal para los inversionistas y para todos los que han visto en Colombia un Banco serio que irradia confianza.
“Los bancos centrales son en todo el mundo organismos independientes del Gobierno y esa es la tranquilidad que las naciones tienen en su política monetaria, cambiaria e inflacionaria, pues si hay un óptimo control, la economía estará bien respaldada y acompañada”, puntualizó.
El asunto será muy complicado para el Banco de la República por el acontecer que se vislumbra y por la coyuntura internacional.
El precio del dólar está al parecer condenado a seguir por la senda de menor valor frente al peso y es allí en donde el Banco deberá mostrar su decisión de ponerle freno con la compra masiva de divisa. El asunto es intervenir el mercado cambiario para darle equilibrio a la economía y poder amainar los líos que hoy experimentan los exportadores y los empresarios en su totalidad.
Por su parte el ex ministro de Hacienda, Rudolf Hommes Rodríguez, declaró que la medida no deja de ser preocupante y que dicha determinación obedeció más a frenar la inflación que a ponerle coto al lío de la revaluación.
Argumentó que el alza en la tasa de interés tendrá un impacto sobre el tipo de cambio, asunto que no es afortunado en estos tiempos en que la inversión extranjera mira a América Latina y puntualmente a Colombia.
“Aquí hay que darle al Banco el beneficio de la duda y de momento es mejor creer que actuó con responsabilidad”, declaró.
Sobre la recomendación del ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry a los hogares colombianos y el necesario ajuste en el gasto, Hommes dijo que ello no es más que el temor explícito que hay por el recalentamiento de la economía.
En su concepto, lo mejor es dar un compás de espera a las medidas para poder hacer el juicio a que haya lugar. Precisó que de todas maneras el Emisor tenía y tiene margen de intervención del mercado cambiario.
Dijo que al término de esta semana la tasa de cambio estará por debajo de 1.800 pesos, factor ambiguo para los exportadores.
“Esa medida no me gusta y el país debe prepararse para lo que pueda venir; de hecho se encarecerá el crédito y las compras serán menores. En la economía todo tiene una consecuencia”, afirmó.
Para el presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) Javier Díaz Molina las altas tasas de interés atraerán la inversión y la llegada de más dólares, acentuando el proceso de revaluación.
“No compartimos la determinación del Banco y, la verdad, tenemos grandes temores por una llegada masiva de dólares”, expresó.
Para el dirigente gremial la situación es complicada, más cuando se observa que en Estados Unidos hay remuneración de tasas a uno por ciento anual.
El sector exportador agrupado en Analdex ya da por descontado que el dólar seguirá cediendo y por eso toman vigencia las coberturas cambiarias y otros mecanismos de protección.
Las economías se mueven y por eso nadie puede decir que la inversión requiere de un frenazo, ya Bancolombia anunció que los dólares seguirán entrando porque la banca como los demás sectores necesitan atender su portafolio.
Están de por medio clientes, mejoramientos tecnológicos y todo el engranaje de inversión para no colapsar frente a los retos de la globalización y la competencia que esta trae. La internacionalización de los mercados no tiene en cuenta el valor del dólar sino la capacidad de crear estrategias de ser más competitivos en un mundo que se mueve con valor agregado y costos morigerados.
Algunos críticos sostienen que en Colombia hay empresarios mal enseñados porque en la bonanza ríen, sirven y brindan, pero en la adversidad lo único que hacen es llorar y eso ya no tiene efecto por cuanto otras economías aprendieron a utilizar sin pereza el talento para seguir creciendo así se gane un poco menos.
Pasarán los días y veremos de nuevo las propuestas del Congreso para frenar al Banco y su autonomía, pero como dicen los que saben, de la amenaza no pasa.
Igual el organismo tendrá que seguir en su lucha por defender la inflación baja y tenerla totalmente controlada. Le vienen tiempos duros en materia de revaluación porque los capitales seguirán llegando para buscar refugio en América Latina porque Europa no pasa su mejor momento y en cualquier momento colapsa.
Pasado un tiempo se podrán hacer entonces los juicios de que tan equivocada estaba la Junta del Emisor y que tan importante es que este mantenga su independencia.