Los restos del fallecido presidente Hugo Chávez están expuestos el miércoles en la noche en la capilla ardiente instalada en la Academia Militar, en Caracas, ante la que desfilan miles de seguidores tras una emotiva ceremonia protagonizada por familiares, mandatarios extranjeros y miembros del gobierno.
"Está ahí, pero mi comandante es inmortal", dijo a la AFP Saúl Mantano, un vendedor de 49 años ataviado con una gorra de Chávez y una bandera venezolana , uno de los primeros seguidores en ingresar y ver el ataúd en el salón de honor del Libertador Simón Bolívar.
"No lo lo quería ver muerto, pero es una realidad", añadió, apenado.
"Vi hermoso su rostro. Lo recordaremos como él era, como él vivió", dijo por su parte a la AFP Yelitze Santaella, gobernadora oficialista del Estado Monagas (noreste).
El féretro, semi-abierto y sobre el que se colocó la bandera venezolana, fue arropado previamente por sucesivas guardias de honor que iniciaron los mandatarios de Argentina, Cristina Kirchner; Bolivia, Evo Morales; y Uruguay, José Mujica.
Una prolongada ovación arrancó la guardia de sus cuatro hijos, Rosa Virginia, María Gabriela, Hugo y Rosinés, así como la que formaron los hermanos del mandatario y su madre Elena Frías, deshecha en lágrimas.
El presidente encargado, Nicolás Maduro, y el líder del Legislativo, Diosdado Cabello, también observaron un momento de silencio ante el féretro, al igual que el alto mando militar.
Centenares de funcionarios y miembros del oficialismo desfilaron ante la capilla ardiente, que estará abierta 24 horas hasta el viernes, antes de que fuera accesible al público a las 21H30 locales (01H00 GMT).
La televisión oficial mostró imágenes del féretro descubierto, sin difundir directamente en pantalla el rostro del mandatario, fallecido el martes a los 58 años, como consecuencia de un cáncer.
La Academia Militar fue elegida para las exequias porque Chávez la consideraba su segundo hogar y cuna de su vocación política, que en 1992 le llevó a una fracasada intentona golpista y siete años después a la presidencia de Venezuela.
Sus restos habían sido trasladados desde el hospital militar, donde murió, y fueron acompañados por una gigantesca marcha roja, la última del carismático líder venezolano, que en sus catorce años de poder enfervorizó a los pobres de su país.
Durante el cortejo, el himno de Venezuela sonó con la voz grabada de Chávez y fue entonado con emoción por todos los presentes, al unísono. Un caballo blanco sin jinete, símbolo de la ausencia del presidente, tomó parte de la caravana, al igual que un militar uniformado de gala portaba entre sus manos una espada.
Centenares de seguidores, muchos vestidos con camisetas rojas, el color del chavismo, trataron de acercarse al auto, lanzando besos, plegarias y vítores, mostrándose todavía estupefactos por la dramática desaparición del mandatario.
Vestido con una chaqueta deportiva con los colores venezolanos, Maduro, cuyo primer decreto como presidente encargado para ordenar un duelo nacional de siete días apareció este miércoles en el diario oficial, caminó delante del automóvil junto Morales, ministros y otras personalidades.
Ningún alto responsable del chavismo, que afronta el reto de hacer perdurar su movimiento sin su único e indiscutido líder y se prepara para unas próximas elecciones con Maduro como candidato, hizo declaraciones.
"Maduro ya es nuestro presidente. Eso era lo que quería Chávez y votaremos por él cuando venga la elección", dijo Margarita Martínez, de 37 años.
"Nicolás no es ningún improvisado. Chávez era un hombre visionario. Sabía lo que podía pasar en un corto plazo y preparó a Nicolás para que asumiera el poder y el pueblo que lo apoyara", coincidió Virginia Calderóan, de 45 años, socióloga, en la Puerta de la Academia Militar.
En otros puntos de la capital, como en el opositor barrio de Chacao, algunos venezolanos destacaron no obstante cómo el mandatario contribuyó a partir a la sociedad en dos, con su discurso polarizador, agresivo con sus adversarios.
"Odio y división fue lo único que él sembró", dijo a la AFP José Mendoza, un programador informático de 28 años. "Lo que hizo Chávez no tiene palabra: arruinó Venezuela", afirmó Giuseppe Leone, un italovenezolano de 78 años.
Chávez, otrora un presidente omnipresente, murió sin poder despedirse de los venezolanos, tras combatir un cáncer que le fue diagnosticado en junio de 2011 y por el que fue operado cuatro veces en La Habana.
En la memoria colectiva de los venezolanos, quedará impresa la última frase que le escucharon decir el 10 de diciembre, antes de partir a Cuba: "¡Hasta la vida siempre!", dijo con la mano alzada.
El funeral de Estado tendrá lugar el próximo viernes con la presencia de al menos una decena de mandatarios. El gobierno no reveló por ahora donde serán enterrados los restos de Chávez, oriundo del Estado llanero de Barinas (oeste)
"¡Como Simón, Chávez al Panteón!", corearon insistentemente los participantes en la marcha del miércoles en alusión a Bolívar, con el que Chávez se identificó y aduló.
Chávez había regresado de La Habana el 18 de febrero, sin ser visto ni oído, después de haber sido operado el 11 de diciembre por cuarta vez de un cáncer, cuya naturaleza y detalles nunca se dieron a conocer.
AFP