Uno de los tres cargos que hizo la Procuraduría al alcalde mayor de Bogotá, Gustavo Petro, es que en los días en que no se recogieron los residuos residenciales, hace un año, se le generó contaminación a la ciudad.

Ayer se conoció un monitoreo técnico que desmiente ese argumento, pues no se registraron incrementos en los índices.

En efecto, en diciembre de 2012 la Secretaría Distrital de Ambiente realizó la evaluación ambiental al cambio del modelo de recolección de basuras, vigilando la operación del sistema, los puntos críticos en localidades y monitoreando la Estructura Ecológica Principal (EEP) de la ciudad, donde encontró que el esquema no generó ningún tipo de contaminación ambiental.

Entre tanto, el cargo por daño ambiental que tiene en controversia a la justicia por la destitución del mandatario capitalino, indica que autorizó el uso de vehículos tipo volquetas para garantizar la continuidad de la prestación del servicio público de aseo y que se violaron disposiciones constitucionales y legales referentes a la protección del medio ambiente porque se originó un riesgo a la salud humana de los habitantes de la ciudad de Bogotá y el medio ambiente.

Después de un seguimiento, la autoridad ambiental estableció que no se causó detrimento ambiental por olores ofensivos y no se constituyeron en impactos ambientales por generación de vectores de enfermedades, afectación a sumideros o afectación a la EEP (Estructura Ecológica Principal).

Igualmente el informe concluye que el reporte de la Red de Calidad del Aire de la Subdirección de Calidad del Aire, Auditiva y Visual (Scaav) mostró un comportamiento típico y normal de un periodo de época decembrina, lo que permite concluir que las modificaciones hechas en los componentes de barrido y limpieza en calle y de transporte de residuos, no se constituyeron en impactos ambientales.

La Secretaría realizó más de 2.000 seguimientos a puntos críticos en toda la ciudad incluidos elementos de la EEP, de la misma forma se realizaron más de 2.000 monitoreos a los vehículos de recolección de basuras en tránsito y a la entrada del Relleno Sanitario Doña Juana, igualmente se visitaron las bases de operaciones y patio de maniobras de la empresa Aguas de Bogotá.

Confía en CIDH

De otra parte, tras el viaje fugaz del mandatario a Estados Unidos, una de las reuniones fundamentales fue con el director de la Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco.

“Lo que vinimos a hacer, lo hicimos. Las decisiones no son nuestras. Son decisiones que están en proceso de ser tomadas. Espero sean favorables para el proceso democrático que vive la ciudad de Bogotá. No solamente logramos los objetivos de impulsar la discusión” en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), “sino que hemos recibido una solidaridad muy amplia”, señaló Petro.

En cuanto al proceso de paz que se adelanta en La Habana, el alcalde Petro dijo que “no me refiero a los diálogos de paz de La Habana. Ninguno de los actores somos nosotros. Me refiero a la construcción de una sociedad democrática que es lo que garantiza una paz estratégica. Es decir, una paz duradera por décadas y ojalá por siglos”.

Así mismo, Petro aseguró que la decisión del Procurador intenta dañar la democracia y para proteger el voto ciudadano es fundamental que se tomen las medidas cautelares de la CIDH: “Las medidas cautelares son fundamentales para proteger a Bogotá y a la democracia de un daño irreparable”.