El papa argentino Francisco hará mañana una visita histórica a la ciudad de San Francisco, Asís, en el centro de Italia, para rezar ante la tumba del santo italiano con el que se identifica y denunciar la pobreza y el hambre en el mundo.
La visita de Francisco, quien se puso el nombre del santo de Asís para recordar que es preciso "una Iglesia pobre y para los pobres", será una inmersión en los lugares de la espiritualidad franciscana.
Durante las diez horas que permanecerá en la ciudad del santo que inspiró el nombre de su pontificado, el papa visitará no sólo el santuario del patrono de Italia, sino que orará en la habitación en la que San Francisco se despojó de todos sus bienes así como de las tentaciones mundanas como signo de la pobreza evangélica.
Unos cien mil peregrinos y más de mil periodistas, cifras récord, llegarán a Asís para seguir al papa, de 76 años, cuya agenda cargada prevé pocas reuniones oficiales y muchas visitas a grupos de enfermos, discapacitados y pobres.
El papa rendirá homenaje a Francisco Bernardone (1182-1226), hijo de un rico comerciante que observó estricta pobreza, junto con los ocho cardenales de los cinco continentes que lo asesoran en la reforma de Iglesia.
Durante su breve estadía el pontífice latinoamericano visitará un centro de la organización caritativa Cáritas y comerá con las personas necesitadas que acuden a esa entidad.
El Papa saldrá a las 07H00 (hora local) del helipuerto del Vaticano y aterrizará 45 minutos después en el campo deportivo del Instituto Seráfico de Asís donde se encontrará con niños y con enfermos atendidos en esa institución.
Poco después realizará una visita privada al santuario de San Damiano y en la sede del arzobispado tendrá un encuentro con los pobres.
Posteriormente se trasladará a la Basílica Superior donde será recibido por los frailes y rezará en la cripta donde está sepultado el santo.
A las 11H00 hora local celebrará una misa en la Plaza de San Francisco y después visitará un centro de primera acogida cerca de la estación ferroviaria de Santa María de los Ángeles donde almorzará con los pobres.
En la tarde tiene programada una visita privada al Eremitorio de las cárceles donde rezará en la celda de San Francisco.
En la Basílica de Santa Clara, donde se encuentra el cuerpo de la santa, rezará en silencio y luego irá a la Porciúncula para dirigirse a los jóvenes en la explanada de la basílica.
Visitará también el denominado "tugurio" de San Francisco tras lo cual regresará al Vaticano en helicóptero.
Según el obispo de Asís, Domenico Sorrentino, el papa desea despojar a la Iglesia de sus riquezas materiales y "repetir el gesto de Francisco" para renovar a una Iglesia sacudida por escándalos y falta de vocaciones.
En una entrevista concedida esta semana al diario italiano La Repubblica, Francisco confesó que su santo preferido es Francisco de Asís, más que San Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas, orden a la que pertenece.
"San Francisco es grande porque es todo: un hombre que quiere hacer cosas, itinerante y misionero. Es poeta y místico. Constató sobre sí mismo el mal y salió de él. Ama la naturaleza, los animales, el hilo de hierba del prado y los pájaros que vuelan en el cielo, pero sobre todo ama a las personas, a los niños, a los ancianos y a las mujeres", dijo.
Se trata de un encuentro muy diferente a los realizados por Juan Pablo II y Benedicto XVI, quienes asistieron en Asís a reuniones interreligiosas.
Se trata del tercer viaje que Francisco celebra dentro de Italia, después de haber visitado la isla siciliana de Lampedusa, en cuyas costas perecieron este jueves al menos 80 inmigrantes provenientes de África, lo que el papa tildó de "vergüenza", y la ciudad de Cagliari en la isla Cerdeña, donde lanzó un sentido pedido contra el desempleo que afecta esa región.