La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, dijo que si hubo espionaje en su país sería una "violación de la soberanía", pero se mostró cautelosa de acusar a Estados Unidos tras la denuncia del diario O Globo de espionaje de ese país en Brasil.
"Si hubiera participación de otros países, de otras empresas que no sean brasileñas, seguramente es una violación de la soberanía y los derechos humanos, pero tenemos que ver (esto) sin precipitación, sin prejuicio", dijo la mandataria a la prensa en su primera declaración pública sobre el caso.
"Es importante en esta hora que se tenga tranquilidad, se dialogue y se investigue para ver lo que todo esto tiene de verídico", dijo la mandataria.
O Globo, basado en documentos filtrados por el prófugo ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense Edward Snowden, publicó este lunes que Brasilia formó parte de una red de 16 bases de espionaje que operaban los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que a su vez intervinieron millones de llamadas y correos electrónicos.
Desde el domingo, las autoridades brasileñas se reúnen con las estadounidenses. El canciller Antonio Patriota se dijo "alentado" por la "disposición al diálogo" de Washington.
"Hemos conversado con las autoridades brasileñas sobre estas acusaciones. Planeamos continuar nuestro diálogo con los brasileños a través de los canales diplomáticos", indicó por su parte la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
Snowden, acusado de espionaje por Estados Unidos después de la revelación de espectaculares informaciones sobre un programa secreto de vigilancia de las comunicaciones mundiales, se encuentra varado desde hace dos semanas en la zona de tránsito del aeropuerto de Moscú. Bolivia, Venezuela y Nicaragua se declararon dispuestos a darle asilo.
Control global a internet
Rousseff ordenó una investigación de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) brasileña para determinar si empresas con sede en Brasil permitieron a la NSA acceder a la red de comunicaciones locales.
"Brasil tiene que dar garantías y tiene que construir una legislación que dé la siguiente seguridad: primero a los derechos humanos, al derecho a la privacidad de cada ciudadano, y segundo, garantías a la soberanía de Brasil", indicó la mandataria.
Brasil impulsará la creación, con el apoyo de otros países, de una agencia multilateral de control de internet, según dijo el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo.
"Tiene que haber un cambio en el control de Internet. No puede estar regida por una entidad privada estadounidense cuando sabemos que la verdad es que está controlada por el gobierno estadounidense", subrayó.
Espías en Brasil
Según O Globo, Estados Unidos operó en Brasilia "por lo menos hasta 2002 una de las estaciones de espionaje en las que agentes de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA por su sigla en inglés) trabajaban en conjunto con la Agencia Central de Inteligencia (CIA)".
Según O Globo, que tuvo acceso a varios documentos filtrados por Snowden, "no hay pruebas" que confirmen que la práctica continúa.
En total, eran 16 bases. La de Brasilia era la única en América Latina y una de las dos que tenía "espías de la NSA y la CIA designados para trabajar en conjunto en ese programa" llamado 'Special Collection Service' (SCS) o servicio especial de recopilación de información. El otro equipo trabajaba en Nueva Delhi.
Las bases estaban "dedicadas a un programa de recolección de información a través de satélites de otros países".
Brasil no tiene satélites o redes de fibra óptica propias.
Para espiar oficinas extranjeras en Estados Unidos, los servicios de inteligencia estadounidense utilizaban programas "operados a partir de implantes físicos en las redes digitales privadas y en computadores". Tres programas sirven para interceptar señales digitales, copiar lo que aparece en los monitores del computador y hacer copias del contenido de los discos duros.
El trabajo pasaba por "convertir esas señales de inteligencia captadas en el exterior a partir de oficinas de Estados Unidos como embajadas y consulados", preció O Globo.
"Los artículos de O Globo presentaron una imagen de nuestro programa que no es correcta", criticó el embajador estadounidense en Brasilia, Thomas Shannon, citado por la estatal Agencia Brasil./AFP