Espionaje de comunicaciones en Francia desata polémica | El Nuevo Siglo
Viernes, 5 de Julio de 2013

El gobierno francés aseguró que los servicios de inteligencia del país no interceptan todas las comunicaciones en Francia, desmintiendo una investigación del diario Le Monde, publicada en momentos en que París exige a Estados Unidos explicaciones después de las revelaciones de Edward Snowden.

 

"No sólo el Estado norteamericano ha desarrollado un gigantesco aparato que permite espiar a todos sus ciudadanos y más allá. París hace lo mismo", escribió el viernes Le Monde, tras afirmar la víspera que los servicios secretos franceses interceptan y almacenan durante años, y sin ningún control, todas las comunicaciones de Francia.

El despacho del primer ministro Jean-marc Ayrault calificó de "inexactas" las afirmaciones del periódico.

"Varios servicios franceses realizan intercepciones de seguridad. Esas intercepciones están regidas por la ley", afirmó el despacho del jefe de gobierno, precisando que las mismas se hacen "por decisión del primer ministro tras consulta de la Comisión Nacional de Control de las Intercepciones de Seguridad (CNCIS), que tiene después el poder de controlarlas y verificarlas".

Por su parte, el diputado socialista Jean-Jacques Urvoas, correlator de una misión de evaluación sobre el marco jurídico aplicable a los servicios de inteligencia, afirmó que "los ciudadanos franceses no están sometidos a un espionaje masivo y permanente".

 

Las afirmaciones de Le Monde sobre los servicios franceses se producen en momentos en que las revelaciones del exconsultor de la Agencia de Seguridad norteamericana Edward Snowden sobre el espionaje de las comunicaciones de países e instituciones de Europa por parte de Washington provocaron la cólera de los europeos, empezando por Francia y Alemania.

"Bin Laden ha alimentado a Big Brother"

Según Le Monde, la Dirección General de Seguridad Exterior (DGSE) "colecta sistemáticamente las señales electromagnéticas emitidas por las computadoras en Francia, al igual que los flujos entre los franceses y el extranjero: la totalidad de nuestras comunicaciones son espiadas".

 

El fruto de esa colecta (mails, SMS, lista de llamados telefónicos, Facebook, Twitter ...) es almacenado después "durante años" en una supercomputadora en la sede de la DGSE en París. Otros servicios, como la Dirección Central de Inteligencia Interior (DCRI) o las aduanas, "sacan diariamente" de ahí los datos que les interesan, siempre según el diario.

"Evidentemente, no se trata de leer u oir miles de millones de comunicaciones, sino más bien de estar en condiciones de almacenar la identificación de los que llaman y los que son llamados; y poder proceder después, si se necesita, a una intercepción propiamente dicha", precisó Le Monde el viernes en un editorial titulado "¡El Big Brother francés os vigila!".

"Se conocen las sólidas razones que el Estado tiene de dotarse de tal instrumento. Se adapta a las nuevas necesidades de la lucha contra el terrorismo y la gran criminalidad", escribe el diario, recordando que es misión del Estado "proteger la seguridad de sus ciudadanos".

 

Pero, "en ese sentido Bin Laden ha alimentado a Big Brother, y Al Qaida ha asestado golpes a la democracia", recalca el diario, evocando un "instrumento de tipo totalitario" y sosteniendo que "se necesitan contrapoderes" para contrarrestar "el inmenso poder adquirido por el gobierno sobre nuestras vidas".