El emisario de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, Lakhdar Brahimi, afirmó el miércoles que el acuerdo entre Rusia y Estados Unidos para incitar al gobierno y a los rebeldes a buscar una solución política al conflicto es "un primer paso considerable" y la "primera noticia esperanzadora en mucho tiempo".
Por su parte, los rebeldes sirios derribaron un avión de combate en la provincia de Alepo, en el norte del país, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Los rebeldes mantienen detenidos a cuatro observadores filipinos de la ONU, capturados el martes cuando patrullaban en los Altos del Golán, una zona ubicada entre Israel y Siria.
"Es la primera noticia esperanzadora en mucho tiempo para un país infeliz. Las declaraciones en Moscú constituyen un primer paso considerable. Sin embargo es sólo un primer paso", dijo Brahimi en un comunicado de su oficina al referirse al acuerdo de EEUU y Rusia.
"Tenemos todas las razones para esperar" que los demás miembros del Consejo de Seguridad de la ONU apoyarán el acuerdo, añadió Brahimi.
"También es importante que el conjunto de la región se movilice para apoyar ese proceso", agregó.
Rusia y Estados Unidos se pusieron de acuerdo el martes en Moscú para incitar al régimen sirio y a los rebeldes a encontrar una solución política al conflicto y para proponer la organización de una conferencia internacional sobre Siria.
El anuncio tuvo lugar después de dos reuniones de varias horas del secretario de Estado norteamericano John Kerry con el presidente ruso Vladimir Putin primero y luego con el canciller ruso Serguei Lavrov.
"Pensamos que el comunicado de Ginebra es la vía a seguir para terminar con la efusión de sangre", dijo Kerry.
El acuerdo de Ginebra, concluido el 30 de junio de 2012 por las grandes potencias pero nunca aplicado, prevé una transición en Siria, sin pronunciarse sobre la suerte del presidente Bashar al Asad.
"Nos pusimos de acuerdo en que Rusia y Estados Unidos deben llamar al gobierno sirio y a los grupos de oposición a encontrar una solución política" al conflicto, declaró por su lado Serguei Lavrov.
La salida del poder de Asad, reclamada con insistencia por los occidentales, no debe ser una condición previa al inicio de negociaciones de paz, dijo Lavrov.
El canciller ruso dijo sin embargo que Rusia no alienta a Asad para que permanezca el poder.
El movimiento de protesta pacífico contra el régimen de Bashar al Asad, que empezó en marzo de 2011, fue duramente reprimido y se convirtió en una guerra civil en la cual ya murieron 70.000 personas.
El conflicto ha provocado el desplazamiento de 4,25 millones de personas dentro de Siria y de 1,4 millones que se refugiaron en los países vecinos.
En el terreno, la ONU continúa sus esfuerzos para obtener la liberación de cuatro observadores filipinos de la Fuerza de Observación Internacional en los Altos del Golán (UNDOF, por sus siglas en inglés) capturados el martes por un grupo armado.
En una publicación en su cuenta de la red social Facebook, el grupo rebelde "Brigada de los Mártires de Yarmuk" reivindicó el secuestro por la propia seguridad de los soldados debido al auge de las tensiones en la zona.
Filipinas condenó la captura de sus militares y condenó "una violación flagrante del derecho internacional".
El mismo grupo había capturado en marzo pasado a 21 observadores filipinos que fueron liberados tres días más tarde.
En la provincia norteña de Alepo, los rebeldes derribaron un caza de la aviación siria que "bombardeaba un sector del aeropuerto militar de Mennegh", indicó el OSDH.
"Se desconoce qué pasó con el piloto", precisó la OSDH.
Por otra parte, por segundo día consecutivo, Siria estaba prácticamente desconectada de internet.
La agencia oficial siria SANA informó además que las líneas telefónicas entre las diferentes provincias sirias no funcionaban desde el martes.