Esta decisión puede impulsar la demanda y el consumo de los colombianos
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tasas de interés y así poder reactivar la demanda y el consumo de los colombianos. En efecto, así lo prevén los mercados.
La inflación anual continuó disminuyendo hacia el 4.37% en mayo (vs. 4.66% en abril), probablemente dándole luz verde al Banco de la República para una última reducción de 25 puntos básicos en la tasa repo, llevándola hacia el 6% en su reunión de junio.
Ello implicaría niveles estimulantes en la tasa-real (básica) del orden del 1% al compararlos con la “nueva repo real-neutral” del orden del 1,5% (vs. el 2% de un par de años atrás).
Ello será crucial para lograr lecturas más estimulantes en el Índice de Condiciones Monetarias, el cual actualmente muestra resultados algo restrictivos por cuenta de la apreciación cambiaria derivada de la complacencia de los capitales off-shore.
Según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF, se cumplió ya con la meta de “relajamiento contracíclico”, completando reducciones por 175 puntos básicos entre diciembre de 2016 y junio de 2017.
En opinión de ANIF, se requeriría que la inflación sin alimentos continuara reduciéndose por debajo del 5% anual, durante el segundo semestre, para que se abriera espacio a reducciones adicionales de la repo por debajo del 6%. La economía política del Emisor luce algo complicada, pues su nueva Junta deberá mostrar independencia y consolidar la credibilidad del esquema de Inflación Objetivo en momentos en que se estará perdiendo por tercer año consecutivo (2015-2017) el rango-meta del 2%-4% anual.
Lo positivo
En el lado positivo, se tiene que la inflación de alimentos continuó descendiendo hacia el 2.09% anual en mayo contra 2.49% en abril y 13.46% un año atrás, en buena medida gracias a que se han ido disipando los efectos de la sequía de hace un año.
Falta aún por verse el efecto de costos que podrían estar generando los paros de Buenaventura y los anunciados bloqueos en las principales vías.
También se tuvo un alivio a nivel de la inflación subyacente (sin alimentos), pasando del 5.60% anual al 5.35%.
Para ANIF primaron dos efectos, la apreciación cambiaria, que ha venido promediando cerca del 7% anual en lo corrido del año, implicando deflaciones del -0.55% anual en los importados al corte de mayo vía Índice de Precios al Productor y la moderación en la inflación de regulados (6.24% vs. 6.75% un mes atrás), gracias a menores costos del transporte (4.84% vs. 5.15%) y de energía eléctrica (4.99% vs. 8.75%).
Según el centro de estudios, no obstante la convergencia de la inflación subyacente hacia el 5% aún luce incierta, pues la mencionada indexación salarial probablemente estará compensando los alivios provenientes de los menores costos de los importados (pass-through).
A nivel microsectorial, la inflación de mayo se incrementó principalmente en los grupos de salud (0.43%), vivienda (0.49%) y otros gastos (0.20%).
Por su parte, el IPP reportó una deflación mensual del -0.45% en mayo, consistente con deflación del -0.68% a nivel anual frente a +8.15% un año atrás.