Así lo reveló el Instituto de Estadísticas (INE), demostrando que la destrucción de puestos de trabajo sigue creciendo.
En el cuarto trimestre, 295.300 personas perdieron su empleo, lo que elevó el número total de desocupados en 2011 a 5.273.600.
Por primera vez España rebasa la barrera histórica de los cinco millones de desempleados y sitúa el índice de desempleo en el 22,85 por ciento.
Esta cifra es menor a la adelantada por el Gobierno, que la situó en 5,4 millones, la misma citada por el nuevo jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, en su discurso de investidura. Rajoy afirmó en ese entonces que entre sus objetivos esenciales como presidente estaba "detener la sangría" de destrucción de empleo.
Rajoy reclamó en Berlín, en su encuentro con la canciller alemana, Angela Merkel, estímulos a la creación de empleo. Pidió en concreto que la UE destine los fondos de ayudas no aprovechados a la generación de puestos de trabajo, fondos que el secretario de estado español para la Unión Europea calculó hoy en 100.000 millones de euros.
Este paísa está a la cabeza de la UE en la cifra de desempleados, seguida por Grecia, país que tuvo que ser rescatado en medio de una gravísima crisis de deuda.
El desempleo afecta también a los extranjeros, con una cifra total de 1.225.800 y una media del 34,82 por ciento.
Las Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), creen que las políticas de ajuste agravan el problema del desempleo.