Una España irreconocible tuvo que llegar a la serie de penales para ganar a Italia 7-6 (0-0 en 90 minutos y tiempo extra) este jueves en Fortaleza (noreste) y jugará la final de la Copa FIFA Confederaciones 2013 contra el anfitrión Brasil.
España jugará la final del torneo el domingo en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro (19H00, 22H00 GMT) ante los pentacampeones del mundo, que el miércoles vencieron a Uruguay por 2-1. Los dos perdedores jugarán por el tercer y cuarto puesto el mismo día, en Salvador de Bahía (noreste), desde las 16H00 GMT.
"Jugar en Maracaná, contra Brasil, es estupendo para nosotros", dijo el técnico español Vicente del Bosque.
"Va a ser un partido emocionante. Había el deseo de una final Brasil-España y es una final bonita de jugar", coincidió el arquero Íker Casillas (Real Madrid).
La tanda de penales del partido llegó sin fallos al séptimo cobro, cuando el defensor de la Juventus Leonardo Bonucci envió el suyo por encima del horizontal y el español Jesús Navas (Manchester City) marcó el siguiente.
"Este grupo transmite mucha tranquilidad, confianza", dijo Navas explicando su lanzamiento.
Italia fue sin embargo mejor a lo largo del partido. El 4-0 que España le había endosado en la final de la Eurocopa-2012 condicionó más a los españoles que a la escuadrada 'azzurra', que jugó con una desenvoltura que su rival parecía no entender.
"No nos ha sorprendido (Italia). Han estado muy bien, han tenido ocasiones y han hecho un partidazo", dijo el volante español Juan Mata, que entró en la segunda parte y marcó uno de los penales.
El calor, del que tanto se habían quejado los jugadores por adelantado, acudió a la cita: 30º C y más del 80% de humedad a la hora de empezar. Llegar a la prolongación y los penales fue un crimen.
"Yo estaba cansado y prácticamente no me he movido, imagina los que estaban en el campo", explicó el técnico español Vicente del Bosque.
También estaba en el estadio Castelao la cantante colombiana Shakira, novia del central español Gerard Piqué.
Italia quería el partido y en la primera parte contó con seis ocasiones claras de abrir el marcador.
Los italianos no inventaron nada, pero lo ya conocido lo ejecutaron muy bien: un equipo perfectamente plantado atrás que robaba y salía veloz al contragolpe.
La falta de puntería de Alberto Gilardino (Bolonia), Daniele Di Rossi (Roma) o Claudio Marchisio (Juventus) evitó el gol de los italianos tanto como dos muy buenas paradas de Íker Casillas (Real Madrid) al defensa del Nápoles Christian Maggio, que se incorporaba como una bala al ataque.
España en cambio tardó 26 minutos en plantarse cara a cara ante el arquero Gianluigi Buffon -David Silva recibió de espaldas y su control para encarar al portero se le escapó- y no fue hasta el minuto 34 cuando tuvo su primera oportunidad clara, después de que Fernando Torres logró revolverse y sacar un disparo dentro del área que salió por muy poco.
El barcelonista Xavi, cerebro del equipo, no lograba conectar con sus compañeros y los defensas laterales españoles no se incorporaban al ataque como suelen hacerlo porque se les necesitaba más que nunca atrás.
El entrenador Vicente del Bosque retiró a David Silva (Manchester City) al principio del segundo tiempo e hizo entrar al veloz extremo Navas, seguramente con el propósito de desencallar el ataque.
Más tarde, el centrocampista Juan Mata (Chelsea) sustituiría a Pedro. En Italia, Riccardo Montolivo sustituyó a Barzagli y Alberto Aquilani (Fiorentina) a Marchisio.
Del Bosque exigía calma a sus jugadores, que escarmentados por los robos de balón sufridos en la primera parte querían acabar las jugadas lo antes posible.
Los "olés" de la grada a Italia resultaban muy extraños en un partido con España. Pero llegado el final de los 90 minutos, Italia empezó a pagar su extraordinario esfuerzo y al final España asediaba el área italiana.
En la prolongación Eduardo Giovinco salió por Gilardino y Del Bosque tomó la sorprendente decisión de retirar a su delantero centro, Torres, y enviar al centrocampista defensivo Javi Martínez (Bayern de Múnich) para asignarle la misma tarea.
Martínez es un hombre de 1,90 y España empezó a cercar el área italiana por aire, mar y tierra. Hasta de siete oportunidades disfrutó, la más clara un disparo de Xavi que Buffon pudo desviar al palo. Sin goles, el partido llegó a los penales.
De este modo, la selección de fútbol de España lleva más de tres años y 29 partidos oficiales sin conocer la derrota.
Su último revés fue ante Suiza 1-0, el 16 de junio de 2010, en el primer partido del Mundial de Sudáfrica, que acabaría ganando. Sumando encuentros oficiales y amistosos, la última vez que España perdió fue con Inglaterra 1-0 en Londres, el 12 de noviembre de 2011.
Los jugadores italianos portaron brazalete negro en recuerdo de Stefano Borgonovo, antiguo internacional italiano y delantero del Milán, Fiorentina y Udinese, fallecido a los 49 años por una esclerosis./AFP