El gobierno español mejoró este viernes sus previsiones de crecimiento hasta 2015, convencido de que el país tendrá mejores resultados que la Eurozona, y prometió que este impulso se traducirá en un retroceso del desempleo, aún en niveles muy elevados.
El Productor Interior Bruto (PIB) español debería crecer un 1,3% este año y un 2% el año próximo, anunció el ministro de Economía, Luis de Guindos, en una rueda de prensa para presentar el proyecto de presupuestos para 2015.
Madrid preveía hasta ahora un 1,2% y un 1,8% respectivamente.
"Hemos superado la recesión y estamos sentando las bases para una recuperación y para consolidar el crecimiento", se congratuló la número dos del gobierno y portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría.
Tras seis años de crisis a raíz del estallido de la burbuja inmobiliaria, la economía española encadenó una serie de buenas noticias en los últimos meses.
La inversión de las empresas, la demanda interior y el sector de las obras públicas recuperan los colores, lo que permitió al PIB progresar un 0,6% en el segundo trimestre de 2014. Las exportaciones siguen presentando buenos resultados y el desempleo pasó bajo la barrera psicológica del 25% en el mismo periodo.
"Hemos dejado de ser un problema", celebró Sáenz de Santamaría.
De ser un dolor de cabeza, España se convierte ahora en alumno aventajado en el seno de la Eurozona, junto a Alemania.
El crecimiento de este grupo de 18 países europeos fue nulo en el segundo trimestre, penalizado sobre todo por Francia, cuya economía está estancada, y aún más por Italia, que entró en recesión.
- El reto del desempleo -
Pero la cuarta economía de la zona euro no ha solucionado todos sus problemas.
Sigue lastrada por una deuda pública que se disparó con la crisis y debería rozar el 100% del PIB a finales de año, un déficit público encaminado a no respetar el 3% del PIB exigido por Bruselas antes de 2016 y una tasa de desempleo entre las más elevadas de los países industrializados, pese a que el gobierno se muestra también optimista en este terreno.
Así, Madrid prevé ahora un desempleo del 24,2% a finales de 2014 y de 22,2% a fines de 2015.
"El gran reto de la economía española, es la gestión de su nivel de desempleo", subraya Jesús Castillo, economista de la firma Natixis, que considera demasiado débiles las medidas presentadas hasta ahora por el ejecutivo del conservador Mariano Rajoy para resolver este problema.
La austeridad sigue presente en las finanzas de Madrid, pese a que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, prometió una pequeña revalorización de las pensiones.
"Los presupuestos de 2015 son los presupuestos del control de las cuentas públicas, del rigor de las cuentas públicas, del compromiso de España con la reducción del déficit público", aseguró Montoro.
Para el sindicato Unión General de Trabajadores (UGT), esta política no permitirá crear empleo y conducirá a un "ahogo social".
Tampoco Josep Comajuncosa, economista de la escuela de administración de empresas ESADE, en Barcelona, está convencido que la continuidad de la austeridad sea el mejor camino a seguir.
En su opinión, "los objetivos de reducción del déficit deberían ser más suaves, más lentos y sobre todo ajustarse, ser flexibles a la evolución de la economía", que él ve progresar a un ritmo más lento que el previsto por el gobierno.
La ralentización en la Eurozona podría tener una influencia sobre España mayor de lo que cree el ejecutivo de Rajoy, advierte.
"La previsión para 2015 no parece tener en cuenta el efecto negativo que tendrá un crecimiento más débil de la zona euro en las exportaciones" españolas, señala.
Además, el acceso al crédito sigue siendo complicado para las empresas y los particulares, lo que frena las inversiones y el consumo, pese a que un paquete de medidas anunciadas por el Banco Central Europeo (BCE) que debe entrar en aplicación próximamente podría mejorar algo las cosas.