El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó que no renuncia a pedir un rescate global para la economía del país, que permita aliviar las tensiones sobre su deuda soberana, pero dio a entender que la cuestión no se resolverá este año.
"No renuncio a utilizarla si conviene", afirmó en una entrevista con la radio privada Cadena Cope. Pero "el gobierno no tiene tomada ninguna decisión" todavía, subrayó.
"De momento, nosotros tenemos cubierta la práctica totalidad de las emisiones (de bonos de deuda, ndlr) de este año. Incluso ya hay empresas que se han financiado" en el mercado, añadió Rajoy, dando a entender que esta relajación de la presión de los inversores permitiría no tener que pedir la ayuda antes de enero.
España cumplió ya el 95,1% de su programa de deuda a medio y largo plazo previsto para 2012, según el gobierno, por un valor de 81.700 millones de euros, y de momento se beneficia de unos intereses en baja. Para 2013 calcula que sus necesidades son de 207.000 millones de euros brutos.
"Si vemos que durante mucho tiempo España se financia a unos precios muy elevados, entonces tendríamos que pedir (el rescate) pero también es muy importante saber cuál sería la actuación concreta del Banco Central Europeo (BCE)", explicó Rajoy.
España, cuarta economía de la eurozona, ve desde hace meses planear la perspectiva de una solicitud de rescate global, condición impuesta por el BCE para activar un programa de compra de deuda en el mercado secundario que se traduciría en una reducción del coste que paga España para financiarse.
Tras alcanzar niveles récord en julio, la presión que los mercados ejercen sobre la deuda española empezó a relajarse en agosto tras el anuncio del BCE, pese a que el interés que Madrid paga por el bono a 10 años -valor de referencia- seguía estando por encima del 5,8%.
Inquietos, los inversores imponían este martes a España una "prima de riesgo" -el sobrecoste que debe pagar el país para financiarse a diez años en comparación con Alemania- de 433 puntos básicos (4,33 puntos porcentuales).
La decisión de pedir un rescate o no dependerá en gran medida del impacto que puedan tener las compras de deuda por parte del BCE en la prima de riesgo española, señaló Rajoy.
"El problema ya no es solo las condiciones pero cuánto va a bajar la prima de riesgo porque si esto sirve para que se quede en 400 y pico y no baja a 200 pues es evidente que no es lo mismo", declaró.
"Hay que ver cuáles son las condiciones también y luego hay que garantizarse el apoyo de todos los países de la Unión Europea", puntualizó, dando a entender que algunos de los socios europeos de España podrían ser reticentes a esta solicitud de ayuda.
Sin embargo, si responde "al interés general de todos los españoles", el gobierno español se decidirá a pedir dicho rescate, aseguró Rajoy.
Inmerso en un esfuerzo histórico de austeridad para reducir el déficit público, Madrid anunció medidas que combinan recortes presupuestarios con nuevos impuestos para ahorrar 150.000 millones de euros de aquí a fin de 2014.
Pese a haber asegurado reiteradamente que no lo haría, el ejecutivo de Rajoy acabó por subir el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) a partir del 1 de septiembre.
El jefe del gobierno aseguró sin embargo el martes que prevé una menor austeridad en los próximos años, incluyendo "poder bajar" los impuestos en 2014 y mantener "los sueldos de los funcionarios en 2013".
Tras una reducción del 5% practicada en 2010, el presupuesto de 2013 prevé que los salarios de los funcionarios queden congelados por tercer año consecutivo.