La deuda pública española rozará el 100% del PIB el próximo año, situándose en un nivel superior a las previsiones precedentes, pese a un presupuesto 2014, presentado al parlamento, todavía marcado por la austeridad.
La deuda española del 40,2% en el momento del estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 no ha dejado de crecer desde entonces, pasando de un nivel relativamente bajo todavía en 2011 (68,5% del PIB) a un 85,9% a finales de 2012 y al 92,2% a finales de junio de 2013, mientras que el anterior presupuesto del gobierno preveía una deuda del 90,5% para final de 2013.
El gobierno espera ahora una deuda del 94,2% del PIB este año y del 99,8% à la fin 2014, al tiempo que prevé unas necesidades brutas de financiación de 243.888 millones de euros para 2014 frente a los 207.173 en 2013, es decir, una subida del 17,7%.
En términos presupuestarios, los intereses de la deuda deberían alcanzar los 36.590 millones de euros, es decir, un 3,49% del PIB.
España, que tuvo que recurrir a un rescate para sus bancos en 2012, se benefició de una caída de su coste de financiación tras la intervención del Banco Central Europeo que compró deuda de los países europeos en dificultades.
El coste medio de la deuda del Estado pasó del 3,90% en 2012 al 3,77% en los primeros seis meses de 2013. El Tesoro Español ha logrado, además, cerrar ya un 83,3% de sus necesidades de financiación para este año.
Y 2013 "es el último año de la recesión económica", reiteró este lunes el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al entregar los presupuestos de 2014 en el Congreso de los Diputados.
El gobierno español aprobó el viernes este presupuesto apoyándose en la reactivación económica, aunque sin abandonar la senda de la austeridad.
La cuarta economía de la zona euro debería salir de sus dos años de recesión en el tercer trimestre de este año, con un crecimiento previsto de entre un 0,1 y un 0,2%, y prevé un crecimiento del 0,7% en 2014, frente al 0,5% previsto anteriormente, a pesar de que el PIB debería bajar un 1,3% este año.
Pero, la austeridad sigue siendo norma y parece empezar a dar sus frutos, según Montoro, quien cree que el gobierno podrá reducir su déficit público al 6,5% del PIB en 2013 y al 5,8% en 2014.
Sin embargo, la receta sigue siendo amarga socialmente, con un ahorro previsto de 150.000 millones de euros entre 2012 y 2014, especialmente para los 2,6 millones de funcionarios que verán sus sueldos congelados por cuarto año consecutivo.
Los más de 9 millones de pensionistas españoles se verán también afectados por la apuesta por la austeridad, con una reforma que desliga sus pensiones de la inflación.
Las pensiones aumentarán un 0,25% en 2014 frente a una inflación de más del 2% de media desde principios de año.
Esta decisión ha sido muy criticada por los sindicatos.
La indexación con la inflación era "la única manera" de mantener la capacidad de compra de los jubilados, recordó el sindicato UGT, que calculó que "en los próximos 10 años, con estimaciones prudentes, la reforma del gobierno hará que los pensionistas pierdan entre el 20% y el 28% de su poder adquisitivo"
El gobierno asegura, al contrario, que su nuevo método de cálculo, según una fórmula compleja que incluye un "factor de sostenibilidad" del sistema, garantiza más el poder adquisitivo.