España confirma recesión y espera rescate | El Nuevo Siglo
Miércoles, 29 de Agosto de 2012

España se hundió un poco más en recesión en el segundo trimestre del año, con un retroceso del PIB de 0,4 por ciento con relación al primero en que ya había bajado 0,3 por ciento, según cifras definitivas.

Este indicador es idéntico a las cifras adelantadas el 30 de julio y pone en evidencia la difícil situación de la cuarta economía de la zona euro, mientras aumentan las probabilidades de que el país solicite un rescate financiero.

En un comunicado, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) explica que la demanda nacional -especialmente el consumo y el gasto público- tiene un impacto cada vez más negativo sobre el PIB, en momentos en que España es sometida a una severa cura de austeridad.

En un contexto de desaceleración de la economía mundial, la demanda exterior -exportaciones y turismo- que hasta el momento permitía al país mantenerse a flote, ya no es suficiente.

Por otro lado, España logró emitir deuda con tasas en fuerte baja, pero las sombrías perspectivas económicas la dejan en una posición de debilidad. Aunque los mercados parecen impacientarse, el país logra financiarse fácilmente a corto plazo: ayer emitió 3.607 millones de euros a 3 y 6 meses pagando intereses en fuerte baja.

Respecto a la última emisión similar, del 24 de julio, las tasas cayeron para las letras del Tesoro a 3 meses a 0,946 por ciento, frente a 2,434 por ciento, y las de 6 meses a 2,026 por ciento frente a 3,691 por ciento).

El Tesoro español se benefició de las recientes declaraciones de Jorg Asmussen, miembro del directorio del Banco Central Europeo (BCE), quien recordó el lunes que, en el marco de su nuevo programa, la institución de Francfort se concentrará en la compra de deuda a corto plazo.

Lo que también se hizo sentir en Italia, otro país de la Eurozona castigado los últimos meses, que logró emitir 3.750 millones de euros con tipos de interés en fuerte baja para los vencimientos de 2014 y 2019.

Se espera que en la próxima reunión del 6 de septiembre den a conocer los detalles del nuevo programa del BCE.

Para entonces, tras la pausa estival, España reanudará sus emisiones de deuda a largo plazo, lo que será sin duda una auténtica prueba de la confianza de los inversores en la cuarta economía de la zona euro.

Dado el sombrío panorama económico del país, lo más seguro es que no susciten mucho entusiasmo. Las cifras definitivas publicadas el martes confirmaron que España se hundió un poco más en la recesión en el segundo trimestre, con una caída de 0,4 por ciento del PIB respecto al primero, cuando ya había bajado 0,3 por ciento.

España, desprovista desde 2008 de su gran motor, la construcción, justo en el momento en que estallaba la crisis internacional, oscila desde entonces entre la recesión y el crecimiento débil, mientras el paro sigue subiendo regularmente, alcanzando ya el porcentaje récord de 24,63 por ciento.

Para este año el Gobierno calcula un retroceso del PIB de 1,5 por ciento en 2012 y de 0,5 por ciento en 2013.

En el punto de vista del mercado, lo peor puede ocurrir en octubre, cuando el país tenga que hacer frente al vencimiento de más de 30.000 millones de euros de deuda, en particular si el mercado le exige tasas demasiado elevadas.

La zona euro espera solucionar el problema español lo antes posible, tras la experiencia de Grecia, que quiere alargar el plazo para lograr sus objetivos, y de Portugal, que quiere aprovechar la visita, a partir del martes, de los acreedores para negociar una flexibilización de su programa de austeridad.

Un Eurogrupo (reunión de ministros de Economía de la zona euro) informal tendrá lugar el 14 de septiembre en Chipre, lo que podrá ser una ocasión para que Madrid presente un pedido de ayuda para el conjunto de su economía, después de la línea de crédito concedida en junio de hasta 100.000 millones de euros para recapitalizar a los bancos en dificultades.