Colombia y Ecuador afianzaron el lunes sus vínculos políticos tras la severa crisis de 2008, con un apoyo incondicional de Quito al proceso de paz con las FARC y acuerdos de integración anunciados por los presidentes Juan Manuel Santos y Rafael Correa.
Los mandatarios encabezaron en la ciudad colombiana de Ipiales, en la zona limítrofe, el segundo gabinete binacional, una reunión anual de los presidentes y sus ministros orientada a evaluar proyectos viales y energéticos comunes, además de la seguridad en la frontera de 720 km, donde operan grupos guerrilleros, contrabandistas de drogas y de armas.
"Estamos, en este momento, más hermanos que nunca", declaró Santos al inicio de la cita.
El primer encuentro se llevó a cabo en la localidad ecuatoriana Tulcán, también en la zona limítrofe, en diciembre pasado.
Hay "dos gobiernos trabajando como uno solo, trabajando en beneficio de sus pueblos", destacó por su parte el mandatario ecuatoriano.
Correa y Santos protagonizaron en 2008 la peor crisis política entre los dos países, que incluso amenazó con desatar una guerra en la región. En marzo de ese año y siendo ministro de Defensa, Santos ordenó un ataque militar contra la guerrilla de las FARC en Ecuador, por lo que Quito rompió los nexos diplomáticos.
El ataque, que dejó 25 muertos, entre ellos Raúl Reyes, el número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue considerado por la OEA como una violación a la soberanía ecuatoriana. Tras esa incursión los dos gobiernos restablecieron plenamente las relaciones en 2011, ya con Santos como presidente colombiano.
Apoyo a la paz
Al inicio de la reunión, Correa felicitó a Santos por los avances en el diálogo con las FARC, y le ofreció su "apoyo incondicional" para la firma de un acuerdo de paz definitivo.
"Te felicito en nombre de Ecuador (...) por estos avances en el proceso de paz en Colombia. Estás protagonizando la mejor noticia en las últimas décadas para nuestra América Latina", dijo Correa.
Santos, por su parte, agradeció el "permanente apoyo" de Correa a las negociaciones que lleva a cabo con las marxistas FARC desde hace un año en La Habana.
Simultáneamente, los gobiernos han logrado importantes avances en cooperación en defensa y seguridad. Este año, Bogotá colaboró en la recaptura de seis de 18 peligrosos presos que se fugaron de una cárcel de Guayaquil (suroeste ecuatoriano). "Eso le da seguridad y tranquilidad a nuestro pueblo, saber que estas acciones coordinadas pueden ayudar a fortalecer nuestra seguridad", dijo el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño.
Los gobernantes y sus ministros examinaron una serie de compromisos acordados hace un año para incentivar el desarrollo de la frontera binacional, que se extiende desde el Pacífico hasta la selva de la Amazonia, y delinearon nuevos programas para mejorar la relación.
"Este procedimiento ha resultado muy efectivo", sostuvo Santos en referencia a los gabinetes binacionales, añadiendo que "nos ha acercado aún más y está comenzando a dar muchos más resultados de los que habíamos imaginado hace algún tiempo".
Nuevo puente fronterizo
En ese marco, los jefes de Estado tienen previsto inaugurar más tarde un nuevo puente construido en nueve meses y al lado del viejo viaducto de Rumichaca, sobre el limítrofe río Carchi.
El viaducto demandó una inversión de 5,5 millones de dólares y beneficiará a unos 500.000 habitantes de la región limítrofe, además de que permitirá un mayor flujo comercial
"Esta visita (de Correa) se está realizando tal vez en el mejor momento de nuestra historia", destacó Santos, quien apuntó que "hemos avanzado muchísimo" y que el nuevo puente, que une a Tulcán e Ipiales y es la principal conexión entre Colombia y Ecuador, "simboliza muchísimo de lo que estamos haciendo".
Correa anotó que aún hay que acelerar proyectos como la construcción de dos ejes viales por la costa y la selva amazónica, así como otras conexiones fronterizas para que la "integración sea más fuerte".