Argentina quiere encontrar una solución al conflicto de la deuda en la justicia de Nueva York, pero la oferta hecha a los fondos especulativos implica ya "un enorme esfuerzo", afirmó ayer a la AFP el presidente Mauricio Macri, en referencia al rechazo de parte de dos de ellos.
"Sentimos que hemos demostrado seriedad, coherencia, en función de terminar con el conflicto. Sentimos que hemos hecho un enorme esfuerzo", dijo Macri en una entrevista con la AFP en la que se le consultó sobre si su gobierno podría mejorar la propuesta tras la reacción negativa de los poderosos grupos acreedores NML Capital y Aurelius.
Macri, de 57 años, destacó, por el contrario, que se lograron "acuerdos con muchos 'holdouts'".
"Hemos podido cerrar con una mayoría. El juez (Thomas Griesa) tomó nota. Sigo siendo optimista", agregó en referencia a la negociación que sigue en pie.
Argentina ofertó pagar 6.500 millones de dólares de una deuda por unos 10.000 millones. Por el momento lo apoyan otros fondos y bonistas italianos.
En vísperas de recibir esta semana la visita del presidente de Francia, François Hollande, la deuda en mora es la cuestión internacional clave.
Griesa falló en 2014 en contra de Argentina durante la presidencia de Cristina Fernández (2007-2015), pero acaba de dar una señal positiva hacia el nuevo gobierno. Le reclama como condición que se elimine la Ley Cerrojo.
Esa ley impide dar un beneficio a cualquier bonista sin extenderlo al resto. Un 93% de los acreedores aceptó los canjes de la deuda en 2005 y 2010. Pero el 7% restante mantiene litigios.
Pese a que la oposición de distintos signos ocupa la mayoría en el Congreso, Macri confía en que obtendrá los votos necesarios para derogar la ley, con el apoyo de "los que comparten que Argentina debe terminar con sus conflictos. Que vuelva al mundo, que acceda al financiamiento".
Los mercados consideran que el arreglo con los 'holdouts' es la condición indispensable.
De Clinton a Mandela
Macri ocupa el despacho en la Casa Rosada donde se sentaron Juan Perón, Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Cristina Fernández. Incluso varios dictadores pasaron por las oficinas decoradas con muebles estilo francés en un clásico palacio del siglo XIX.
Al asumir quitó los cuadros de próceres patrióticos y colgó obras de arte abstracto e incluso una foto del emblemático Obelisco de Buenos Aires.
"¿Cómo se define políticamente, es de derecha?", se le consulta. "La división del siglo XXI está entre aquellos que logran soluciones para que la gente viva mejor y aquellos que no. ¿Ejemplos? Han hecho transformaciones Bill Clinton, Fernando Henrique Cardozo, Álvaro Uribe y Nelson Mandela", responde.
Ingeniero, casado en terceras nupcias, con cuatro hijos y estudios en la Universidad norteamericana de Columbia, el jefe de Estado afirma que comparte "la agenda del siglo XXI de lucha contra el terrorismo y el narcotráfico", con interés en "el cambio climático".
Su empeño es mostrarse como la contracara de Fernández, quien criticaba las políticas de las grandes potencias. Prueba de la nueva era de vínculos que Macri llama "maduros e inteligentes" son las visitas del primer ministro italiano Matteo Renzi, la de Hollande y la que cumplirá el presidente estadounidense Barack Obama del 23 al 24 de marzo.
Hijo de un inmigrante italiano que fundó un imperio de familias de negocios, sostiene que su estrategia para recuperar las Islas Malvinas en el diferendo con el Reino Unido será "a través del diálogo".
"Se lo dije a (primer ministro David) Cameron. No renunciamos a lo que creemos que es nuestro, pero estamos dispuestos a sentarnos a una mesa incluyendo todos los temas, como hace España" pese al conflicto por Gibraltar, destacó.
Inflación en foco
Su primer acto de gobierno fue liberar el mercado cambiario. El peso se devaluó un 30% y acumula ya un 36%. Los precios se dispararon e impactaron en salarios. Se ciernen huelgas y marchas gremiales. "Se va a ver caso por caso en cada sindicato. Pero en las reuniones con los sindicalistas que he tenido, han mostrado vocación de colaborar", comentó.
"Nuestro foco está puesto en bajar la inflación (de más del 30% anual en 2015). Tenemos el objetivo de que el segundo semestre sea más baja, preparándonos para una reducción importante el año que viene y aspirando a que antes de tres años esté en un dígito", manifestó.
A la política saltó desde la presidencia del popular Boca Juniors. "El fútbol me abrió muchas puertas", confiesa. Valora al fútbol como una diplomacia para "tender puentes" y amistades. Por eso recibirá a Hollande en el estadio La Bombonera. /AFP