Decenas de ancianos de Tokio han sufrido malos tratos por parte de sus cuidadores, según reconocieron responsables municipales, un escándalo que prueba la situación de abandono en la que vive una parte de los ancianos de las grandes ciudades japonesas.
El ayuntamiento ha ordenado a la empresa investigada, que provee cuidados a domicilio, que deje de maltratar a los ancianos de tres inmuebles, después de que los inspectores descubrieran que alrededor de 130 personas habían sido encerradas.
"Nos resultaba difícil vigilar porque estos edificios no están registrados oficialmente como residencias de ancianos, los propietarios dicen que los alquilaron como viviendas normales", por lo que simplemente disponen de cuidados a domicilio, detalló el funcionario.
Existen al menos 25 residencias de este tipo en Tokio.
"Llevamos a cabo una inspección y constatamos que los cuidadores habían atado a sus camas o encerrado en sus habitaciones a 130 de los 150 residentes ancianos de los apartamentos implicados", explicó un funcionario a AFP.
El ministerio de Salud nipón decretó en 2011 que estas privaciones corporales solo pueden ser utilizadas de forma temporal y cuando no haya otra manera de proteger y de cuidar al paciente.
El incidente ha causado un enorme revuelo en Japón, donde un cuarto de la población —de 127 millones de habitantes— tiene más de 65 años, una proporción que seguirá creciendo hasta alcanzar el 40% en 2050, según las estadísticas gubernamentales.