Enfrentado a nuevas revelaciones sobre supuesto consumo de drogas y contratación de servicios de prostitutas, el alcalde de Toronto, Rob Ford, respondió amenazando con demandas a los excolaboradores y el camarero en el origen de estas acusaciones.
Al mismo tiempo, la primera ministra de la provincia de Ontario (este), cuya capital es Toronto, abrió por primera vez la puerta a una intervención para resolver esta crisis sin precedentes.
A pesar de la extensión del escándalo, Rob Ford no cede terreno. El jueves, por el contrario, contraatacó diciendo que "esto es desgraciado", pero debe "realizar acusaciones". "Me siento avergonzado cuando atacan mi integridad de padre y marido", dijo el funcionario, cuya credibilidad se ha visto fuertemente comprometida desde que reconoció 10 días atrás, tras haberlo negado reiteradamente, el haber consumido crack el año pasado.
En un informe remitido el miércoles por la justicia a un abogado contratado por los medios, el actual jefe de gabinete del alcalde, Earl Provost, y sus excolaboradores Brooks Barnett y Isaac Ransom describieron una agitada noche de San Patricio, el 17 de marzo de 2012.
Los tres comenzaron la celebración de la fiesta en un bar y regresaron a la oficina del alcalde donde continuaron bebiendo. El último en llegar, Ransom, relató a los policías que Alana, presuntamente una prostituta, formaba parte de la fiesta.
En su testimonio, Ransom se hace eco de rumores que circularían en la ciudad, de que Ford "frecuenta damas de compañía o prostitutas" y que Alana había sido vista antes en una fiesta de pasaje a la adolescencia de un joven en la que también participó el alcalde.
Después de haber bebido medio litro de vodka, el alcalde y parte del grupo tomaron un taxi para ir a Bier Markt, un bar restaurante del que Ford parecía ser cliente habitual.
Un camarero del Bier Markt afirmó en su declaración a la policía que al entrar en un compartimiento privado con un pedido vio al alcalde y a una mujer sentados "uno frente al otro con sus cabezas juntas y de espaldas a la mesa, y los sintió respirar agitadamente", dando por sobreentendido que estaban tomando drogas.
Durante la misma noche, Ford habría dicho obscenidades a una mujer miembro de su gabinete y a una persona encargada de la seguridad en la alcaldía, según testigos citados en el informe de 500 páginas, que incluye también la descripción de relaciones y fotos del alcalde con presuntos traficantes.
Ford insiste en que se divulgan mentiras
"Las revelaciones de ayer (miércoles) sobre la cocaína, las damas de compañía y la prostitución (...) son solo mentiras", dijo.
"No me gusta que califiquen Alana de prostituta. Soy un hombre felizmente casado y debo llevar adelante acciones", dijo Ford furioso desde su despacho, en el que se mostró con su esposa.
Ford también amenazó con acciones contra el camarero de Bier Markt. "No tengo otra opción" que interponer una demanda, declaró.
Tras haber votado el miércoles por amplia mayoría una resolución no vinculante pidiéndole a Ford que se retire, los miembros del consejo municipal simbólicamente le dieron la espalda este jueves mientras hablaba.
Los funcionarios mantienen la presión contra el alcalde y considerarán el viernes una moción para transferir parte de las atribuciones de Ford a su número dos.
En este contexto, la primera ministra de Ontario, Kathleen Wynne, abrió la puerta a una eventual intervención de su gobierno para apartar a Ford de su cargo.
El gobierno de Ontario podría proporcionar los medios legales para obligar al alcalde a abandonar su puesto si el consejo municipal "indica claramente que ya no le es posible funcionar", dijo Wynne.
La próxima semana, el alcalde podrá defenderse sin preguntas de los periodistas en una emisión que tendrá en la cadena conservadora Sun News Network junto a su hermano Doug, consejero municipal y colaborador próximo.
Los dos habían sido despedidos la semana pasada de una estación de radio local de la ciudad en la que llevaban adelante una emisión dominical./AFP