Equilibrio de poderes, ¿“el 9 debate”? | El Nuevo Siglo
Domingo, 24 de Mayo de 2015

Para los más optimistas, la reforma de equilibrio de poderes tiene en realidad 9 debates con la conciliación. Para otros menos optimistas son 10 y otros dicen que son 14 en total.

Lo cierto en que el proceso de conciliación se convierte en un debate más complicado que los anteriores.

El senador conservador Eduardo Enríquez explicó que “una reforma constitucional tiene 8 debates, pero en realidad se convierte el 14. Ordinariamente se dan 4 en la Cámara y 4 en el senado, si en la primera vuelta hay diferencias de texto de las dos cámaras, se nombra una comisión de conciliación, y los conciliadores hacen un debate, ese vendría ser como el quinto debate y acordar el texto va a la plenaria de la cámara y a la plenaria del senado, esos ya serian dos debates para un total de 7 debates”.

Pero anotó el congresista que teniendo en cuenta que son dos vueltas puede suceder lo que se acaba de explicar, “7 debates en la primera y 7 debates en la segunda, se necesita un poco más de un milagro para sacar adelante una reforma constitucional en Colombia”.

Recordó que el presidente no puede objetar y si hay un ciudadano que demande la reforma la Corte constitucional debe estudiarla y tendrá varios caminos, “el primero declararla inexequible, declararla inexequible parcialmente, modularla o diferir y para ello existe un año de término”.

El congresista de La U, Hernán Penagos, coordinador ponente en la Cámara, afirmó que “hay algunos temas que han sido bastante impulsados por la Cámara, pero que no fueron acogidos por el Senado. El primer tema y el más debatido tiene que ver con la posibilidad exista senados regionales en aquellos departamentos con población inferior a 500.000 habitantes, eso creería que va ser un tema de mucho debate y el segundo tema puede ser el periodo de la auditoría general de la República”.

Pero indicó que realmente tienen razón los que dicen que hay un debate adicional que es el de la conciliación y más en un proyecto en donde los textos de Senado y Cámara, difieren de manera importante. “entonces yo sí puedo decir que la conciliación es un debate más”.

 

Aleatorio

 

Germán Navas, del Polo Democrático, dijo que “son 8 debates, pero si hubiere una discordancia entre lo aprobado en una y en otra cámara, tendrá que someterse a conciliación, para dirimir las diferencias, esto sería un debate no imperativo es aleatorio”.

Frente a los temas que podrían ser polémicos dentro de la conciliación argumento que ese será no exactamente un debate de todos, “sino de los conciliadores, porque son ellos los que deben discutir ese tema y  que ellos resuelven, se le imponen digamos a las plenarias”.

Navas sostuvo que sería bueno que tanto los senadores y representantes tuvieran el valor civil de oponerse a una conciliación. “Pero con esa mentalidad de que ellos mandan y yo obedezco entonces lo que diga el gobierno es lo que se va hacer y punto”.

Juan Manuel Galán, del Partido Liberal, presidente de la Comisión Primera del Senado, anotó que se tiene que analizar muy bien el tema de la conciliación, y recordó que en total ha tenido dos conciliaciones.

“En la primera vuelta tuvo ya su primera conciliación y ahora en la segunda vuelta tendrá su segunda conciliación. Me parece que hay que mirar con mucho cuidado los temas polémicos relacionados con la justicia, que es lo más sensible y por cual las cortes han expresado algunos reparos, especialmente lo que tiene que ver con el fin del Consejo Superior Judicatura”, dijo Galán.

El legislador agregó que no le preocupa lo que tiene que ver con la consecutividad porque en su parecer se ha respetado e indicó que los temas desde el principio han estado en el debate, “se han transformado pero el objeto y la materia desde el primer momento han estado en la discusión, no habido temas nuevos extraños que se hayan incluido durante su trámite”.

El presidente del Partido de La U, el senador Roy Barreras, recalcó sobre este polémico tema, “sin duda va ver con conciliación que equivaldrá a ese noveno debate, o decimo si se quiere, de manera que la conciliación es en las dos plenarias, y habrá temas que son diferentes en los textos finales de senado y cámara, por ejemplo lo que tiene que ver con el fuero para el vicepresidente, procurador y contralor; el senado regional que la propuesta de la cámara fue exagerada, en la medida que está destinando 11 curules. También puede existir alguna diferencia en las formas de composición de la sala de gobierno de la justicia”.

Entre tanto Telesforo Pedraza, del Partido Conservador, antes que pensar en un debate más lo que se tiene que hacer es esperar lo que ocurra en el último debate en la Cámara. “en la plenaria de la Cámara en octavo debate de pronto uno puede pensar lo que puede quedar y lo que puede salir. Pero en este momento aún es muy temprano, porque como se ha visto el proyecto ha surtido una serie de modificaciones a lo largo de los debates”.

José Obdulio Gaviria, del Centro Democrático, no se cree que haya mucha dificultad en el llamado noveno debate, “la verdad es que la mayoría de la Unidad Nacional está actuando no por convicción, sino por órdenes gubernamentales, en consecuencia quienes están haciendo las conciliaciones es el gobierno por medio de los componedores que se designan”.

Como ejemplo indicó que eso fue lo que paso en el Plan Nacional de Desarrollo, “allí la mayoría del senado votó por impedir la venta de Isagen a través de un artículo y al día siguiente amanecimos con una derogatoria con ese artículo, anotó Gaviria, informando que ese es lo que ocurrirá en la reforma “si el Gobierno apoya los cambios así se aprobara en la conciliación. No creo que  no se aprueben cosas distintas a lo que el gobierno patrocine”.

El representante conservador Arturo Yepes aseguró que “la Cámara de Representantes votará la reforma de equilibrio de poderes en último debate. Es obvio que habrá discrepancias entre el texto aprobado en Senado y el que apruebe Cámara, en temas muy importantes: el Tribunal o Comisión de Aforados, la Sala de Gobierno de la justicia. Esa circunstancia hará obligatorio que se concilien los textos entre Senado y Cámara. Esa conciliación es necesaria, para garantizar un acuerdo pleno del Congreso sobre la reforma, que deberá ser votado en las plenaria de Senado y Cámara”.

Manifestó también el legislador que “no puede decirse que formalmente sea un noveno debate, porque allí no habrá la posibilidad de un texto nuevo, sino de escoger entre lo aprobado en Senado y lo votado en Cámara”.

 

Sin artículos nuevos

 

Durante el debate en la Comisión Primera de la Cámara, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, señaló que “yo quiero hacer una observación en el sentido de que no tramitemos, y el gobierno no avalará artículos nuevos que no se hayan discutido y votado en los anteriores debates.  Porque el gobierno avala el tema del senado regional, porque ha estado en todos los debate, aprobados en uno, modificado en otros, negado en otros. La comisión primera del senado lo avaló y en la plenaria lo negó. El texto en senado es distinto al que se trae hoy porque se hablaba de cuatro curules, aquí se vuelve a 11 curules”.

 

Tramite de conciliación

 

Se nombra dos comisiones una de senado y otra de cámara. Se tratan de comisiones accidentales que se integran con el fin de superar las discrepancias que surgen entre el Senado y la Cámara de Representantes respecto al articulado de un mismo proyecto.

Están conformadas por un número igual de senadores y representantes elegidos por los presidentes de ambas cámaras. Dentro de sus integrantes debe haber miembros de las comisiones permanentes en las que el proyecto inició su trámite, así como congresistas que en algún punto del proceso intervinieron en la creación o modificación de dicha iniciativa legislativa.

Si la comisión no logra por consenso adoptar un articulado que concilie las diferencias entre los dos textos aprobados, decidirá por mayorías. Luego, el informe de conciliación se someterá a debate en las dos cámaras y si el texto es nuevamente rechazado se considera negado el proyecto. El deber de que en todas las etapas del trámite legislativo (incluidas las comisiones de conciliación) los congresistas tengan que deliberar profundamente antes de votar.