Juan Carlos I estará ausente el 19 de junio de la ceremonia de proclamación de su hijo como rey Felipe VI de España, anunció este jueves la Casa Real, para así "dar más protagonismo" al nuevo monarca.
Juan Carlos, de 76 años, anunció el 2 de junio su decisión de abdicar tras 39 años de reinado, empañados al final por los problemas de salud y los escándalos, especialmente la investigación judicial sobre su hija menor, la infanta Cristina, y el esposo de ésta, Iñaki Urdangarin.
El príncipe Felipe, de 46 años, se convertirá en nuevo rey prestando juramento ante los diputados y senadores reunidos, tras la aprobación por éstos de la ley que da luz verde a la abdicación.
La ausencia de Juan Carlos en dicho acto solemne tiene como objetivo "dar más protagonismo al nuevo rey", explicó un portavoz de la casa real.
Sin embargo, precisó, "está previsto que salga al balcón a saludar" junto a su hijo y a la nueva reina Letizia, cuando éstos aparezcan ante los madrileños en el Palacio Real, al término de un recorrido por un centro de la capital altamente vigilado.
El ministerio del Interior organizó un "exhaustivo dispositivo de seguridad" para el día de la proclamación, que incluye elevar la vigilancia antiterrorista, restringir el espacio aéreo y controlar los accesos a Madrid.
El nivel de alerta antiterrorista fue elevado del 2 al 3 en una escala de cuatro, una decisión, precisó el ministerio en un comunicado, que "responde única y exclusivamente a la conveniencia de dar una respuesta proporcionada" a "la especial relevancia de este acto".
Esto permitirá la participación de las unidades especiales de intervención en la protección de todos lugares donde esté la comitiva real y de las multitudes que se espera salgan a las calles para ver a los nuevos reyes.
A la ceremonia, el 19 de junio en el Congreso de los Diputados, asistirán, además de la pareja real, la nueva princesa heredera Leonor, de 8 años, su hermana Sofía, de 7, la madre y la hermana mayor de Felipe, así como las hermanas de Juan Carlos, Pilar y Margarita, precisó la casa del rey.
También estará ausente la infanta Cristina, imputada por delito fiscal y blanqueo de dinero, en el caso de presunta corrupción que pesa sobre Urdangarin, y ahora retirada de las actividades oficiales de la familia.
Un desfile militar, un recorrido de los nuevos reyes en automóvil cubierto o descubierto --aún por decidir según la prensa-- y una recepción en el Palacio Real, completarán una jornada a la que no asistirán jefes de Estado extranjeros ni miembros de otras familias reales.
Tampoco habrá, como sí ocurrió en la coronación de Juan Carlos I en 1975, una ceremonia religiosa.
"Encargado de centralizar y analizar toda la información disponible", el Centro Nacional de Inteligencia participará también en un dispositivo de seguridad, que movilizará a miles de agentes de la guardia civil y de las policías nacional, regional y local, precisó el ministerio del Interior.
Las Fuerzas Armadas participarán por su parte en "un sistema de restricción y control del espacio aéreo durante los actos de proclamación".