EL NUEVO SIGLO: En palabras sencillas para un colombiano que desconoce a fondo el tema, ¿cuál es el pleito en el Esequibo entre Venezuela y Guyana?

NATASSJA ROJAS: Este es un conflicto histórico que inicia desde el mismo momento de la conformación de Venezuela como Estado. Con quien presenta la controversia es un país como Guyana que también ganó independencia muchos años después.

Es un conflicto que ha tenido diferentes momentos y actores. Se trata de la reclamación de una zona entre ambos Estados que consideran como suya. El pleito no se ha resuelto pese al uso de distintos mecanismos durante muchísimos años.

ENS: ¿Cuál es la razón por la que no se ha resuelto el conflicto a pesar de los años en disputa por el Esequibo?

NR: Desde el lado de Venezuela, el conflicto ha estado permeado por asuntos políticos. Ha sido un tema abandonado por la mayoría de los gobiernos.

Para entenderlo en el contexto colombiano, la controversia con Nicaragua, a pesar de los errores cometidos durante los gobiernos, es un tema presente constantemente en la agenda política.

En Venezuela, no. Es un tema que se retoma cada tanto, es un tema sociocultural. Se ocuparon históricamente en el país de crear ese tema cultural, político y educativo en los colegios, pero realmente con muy pocas acciones.

Lo segundo, es que, en diferentes momentos, como, por ejemplo, se utilizó un mecanismo de resolución de conflictos donde los actores están representados por un tercero. Venezuela, en su momento, estuvo representada por los Estados Unidos, pero hoy en día no se reconoce estado vinculante de ese documento por parte de Venezuela.

Referendo

ENS: ¿Qué implica el referendo que está organizando el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela al respecto y qué fuerza política y jurídica tiene?

NR: Fuerza jurídica y política no tiene. Esto no es vinculante, mucho menos para el derecho internacional público. Es un referendo que atiende a un contexto interno en Venezuela que responde a las primarias de la oposición.

Si se ve, es como que si el Gobierno estuviera en campaña. Han recorrido el país, hicieron un simulacro, quieren ver qué tanta gente se mueve en favor de sus causas, con unas preguntas que la mayoría de la población no comprende.

Lo que sí ha pasado es que Venezuela comienza a verse internacionalmente como un Estado agresivo, frente a su vecino. Pero internamente, la sensación es que podría llegar a un enfrentamiento militar.

ENS: ¿Se supone que este proceso lo tiene que definir la Corte Internacional de La Haya?

NR: Es que, precisamente, allí está buena parte de las diferencias. Este pleito se ha sometido a diferentes mecanismos de resolución de conflictos. Entonces tenemos dos instrumentos, dos mecanismos y dos documentos diferentes.

Por una parte, está el Acuerdo de Ginebra y está un laudo arbitral. Para Venezuela, este conflicto no debería ser resuelto por esta instancia aún, deberían aplicarse otros mecanismos de resolución de conflictos antes de ser resueltos por la Corte.

Guyana, por otro lado, tiene la convicción de que la Corte debe ser el mecanismo utilizado en este caso.

Base militar

ENS: ¿Hay posibilidades, como lo ha dicho Guyana, de que se instale una base militar norteamericana en su territorio?

NR: No me atrevería a afirmarlo o negarlo. Pareciera que el caso tuviera interés internacional, primero por la presencia de recursos. Pero también, porque involucra a Venezuela. No es lo mismo hablar de un conflicto territorial entre dos Estados democráticos, en los que no hay riesgos para la región, que hablar de un pleito que vincula a un Estado donde hay un manto de dudas sobre su democracia.

ENS: ¿Cree usted que el gobierno de Nicolás Maduro está reviviendo el conflicto con Guyana por el Esequibo justo ahora para desestimar el triunfo de María Corina Machado en las primarias?

NR: No me cabe dudas de que esto no es casual, por los tiempos en los que se han dado. El gobierno de Maduro necesitaba medir su fuerza para saber cuántas personas pueden movilizar, de cara a consultas. Están buscando quién los puede apoyar a ciegas, sabiendo que muchas de las movilizaciones son pagas.