EL NUEVO SIGLO: ¿Por qué en el tema de la reforma a la justicia no se está hablando de un ajuste a la formación y ejercicio de los abogados?
FRANCISCO BERNATE OCHOA: En efecto, es una situación muy desafortunada. Ha ocurrido desde hace ya mucho tiempo en nuestro país, donde se considera que los problemas de la justicia pasan por la formación de los abogados, por si tenemos más abogados de lo que necesitamos. Y claramente eso no es así, ya que son percepciones.
Hoy nos tienen como la única profesión que debe hacer exámenes habilitantes, la única profesión que es juzgada por magistrados y la única profesión que disciplinariamente no puede tener un colegio profesional.
ENS: ¿Qué ajustes hacerle al tema de los abogados a la reforma a la justicia?
FBO: A los abogados en la reforma a la justicia, hay que establecer como sucede en Colombia con todas las profesiones y en el mundo con la profesión jurídica.
¿Qué quiero decir con eso? Los abogados deben formarse en colegios de abogados, que son los que van a garantizar la seguridad social de los profesionales del derecho, son los encargados de que puedan ejercer su profesión y los encargados de vigilarlos en su profesión. Ese es el gran cambio.
En buena hora, la mayoría de quienes participan en la comisión de la reforma a la justicia han acompañado esta visión, y son muchas las solicitudes para que la Comisión de Disciplina Judicial actúe contra funcionarios y jueces, y que los colegios de abogados se encarguen de nosotros los abogados.
Énfasis a la reforma
ENS: Desde el punto de vista de los abogados penalistas, ¿cuáles deben ser los énfasis a la reforma a la justicia?
FAO: Los énfasis en la reforma a la justicia del Colegio de Abogados Penalistas de Colombia son tres. En primer lugar, el mantenimiento de la virtualidad. Creemos que la Corte Constitucional, cuando decidieron que los juicios penales debían adelantarse de manera presencial, hubo un gran impacto tras aumentar los niveles de impunidad, dificultad en el esclarecimiento de los hechos, confrontar los derechos de niños, niñas, adolescentes y mujeres; y ha generado una sensación que yo creo que todos los colombianos vivimos cuando salimos a la calle.
Creemos que deben combatirse los delitos con todos los medios legales que existen para ello y necesitamos una justicia eficiente.
Queremos unos defensores públicos con condiciones laborales dignas, que nadie los obligue a actuar en una audiencia sin haberse preparado. Que tengan contratos mínimos de tres años, que tengan derecho a la salud, que tengan derecho a una pensión y que tengan derecho a una estabilidad laboral. En tercer lugar, la colegiatura obligatoria de la que ya hablamos.
ENS: ¿Una reforma a la justicia debería también contemplar un ajuste a los códigos penal y de procedimiento penal?
FAO: El ajuste al código penal y procedimiento penal es un ajuste muy sencillo. Durante 20 años estos códigos han sido manoseados por legisladores de turno, sobre todo populistas y creemos que la justicia colombiana, la única reforma que necesita en este punto, es volver a los códigos de 2000 y 2024.
Por eso, lo que hemos propuesto es la eliminación de todas las modificaciones que se han hecho en los últimos 20 años.
De hecho, tanto el código penal como el de procedimiento, hace 20 años, nos permitían la virtualidad en la justicia, permitían que los colegios de abogados funcionaran, pretendían un trato digno a los defensores.
Entonces, lo que queremos es que la gran reforma desmonte de todo lo que se hizo hace 20 años y que le demos la oportunidad, como ya se hace en todo el mundo, a los códigos que ya tenemos.