Cuando los primeros de los 10.500 atletas participantes en Londres 2012 empiecen a competir, miles de técnicos se atarearán entre bastidores para que el complejo sistema informático instalado esté a la altura de los “Juegos más conectados” de la historia.
Con la proliferación de los dispositivos móviles y la afición por las redes sociales, “calculamos que habrá unos 8.000 millones de terminales conectados a Internet en el momento de los Juegos”... Es más que el número de habitantes del planeta”, explicó Patrick Adiba, vicepresidente Ejecutivo responsable del programa olímpico en Atos, el grupo que controla el consorcio de seis empresas encargadas de la informática de estos Juegos Olímpicos de verano.
“Esto significa que habrá una cantidad enorme de datos que tratar y un número considerable de gente que tendrá acceso. Es lo que hace la particularidad de estos Juegos”, agregó.
Según el gigante estadounidense Cisco, uno de los socios de Atos que se ocupó en particular de instalar 1.800 estaciones WIFI, la red informática verá transitar 30% de datos más que hace cuatro años en Pekín. Los Juegos son uno de los acontecimientos deportivos más seguidos en el mundo, con una audiencia potencial de 4.000 millones de personas.
El consorcio estará encargado de transmitir en tiempo real -300 milisegundos, el límite de lo perceptible para un ser humano- los resultados de las competiciones en todo el mundo, desde a la "familia olímpica" hasta a los portales de Internet pasando por los medios de comunicación. Y de hacer las acreditaciones seguras de acceso a las instalaciones olímpicas.
Los preparativos comenzaron en 2008.
En una torre del nuevo barrio de negocios de Canary Wharf, no muy lejos del estadio olímpico, el “laboratorio tecnológico” de Atos, equipado con cientos de ordenadores, llevaron a cabo 200.000 horas de pruebas desde comienzos de 2011.
Para tratar de prevenir cualquier incidente examinaron detalladamente todas las disciplinas deportivas y estudiaron 9.000 posibles escenarios, del más previsible al más inesperado.
“Algunos son técnicos, otros mucho menos: por ejemplo, podemos simular un corte de suministro eléctrico o una pérdida de datos, pero también un problema de autobús que impidiera a nuestro personal llegar a su puesto de trabajo. Es necesario que la gente sepa reaccionar ante los imprevistos”, señaló Adiba.
Todos los sistemas fueron duplicados para que en ningún momento una avería pueda perturbar el desarrollo de los Juegos.
A lo largo del evento, un “centro de control” en el que trabajarán unos 500 especialistas vigilará ininterrumpidamente el desarrollo de las operaciones.
9.500 ordenadores y 900 servidores fueron instalados para estos Juegos. Y 3.500 técnicos están movilizados para garantizar que el sistema informático puede transmitir sin incidentes datos no alterados por un acto delictivo o un problema técnico.
“Durante los Juegos de Pekín se señalaron 12 millones de incidentes ligados a la ciberseguridad”, recordó el secretario de Estado británico Francis Maude, encargado de este asunto. Los Juegos de Londres “no se salvarán”, advirtió, subrayando que se había creado un “equipo especial” para protegerlos.
“No estamos particularmente centrados en la cibercriminalidad o el ciberterrorismo”, declaró por su parte Patrick Adiba.
“Nuestro papel es proteger a todo precio los datos, ya sea de un error técnico o de un pirata informático. En caso de problema, no importa el origen, desconectaremos el sistema afectado porque nuestro objetivo es que la competición pueda continuar. Es la prioridad de los Juegos”. /AFP