Enorme desconcierto en Caldas. El magistrado Gustavo Gómez Aranguren, Vicepresidente del Consejo de Estado, está produciendo un enorme desconcierto entre las fuerzas vivas de Caldas por su marcado desinterés en la organización del encuentro de la Jurisdicción Contencioso Administrativa que se realizará en la altiva ciudad de Manizales, entre el 7 y el 9 de septiembre.
Delegando sus responsabilidades. El displicente papel del señor Gómez se ha limitado a delegar en dos magistrados auxiliares las tareas que a él le corresponderían, otorgándoselas a funcionarios sin ningún arraigo en la región que se han limitado a pedirles informes a los acuciosos magistrados del tribunal que han metido el hombro con el mayor empeño y entusiasmo para que la capital de Caldas se luzca en ese evento.
Reviviendo estériles rencillas. En los tertuliaderos del café “La Cigarra”, ubicado en el entorno del Palacio de Justicia de Manizales, se dice que la tirria de Gómez Aranguren con los manizaleños obedece a su cercanía con Pereira; posiblemente por eso no quiere el lucimiento de Caldas en ese importante certamen de la rama.
Este magistrado olvida que las vanidades lugareñas quedaron en el pasado, tras la dolorosa segregación, y que tales puerilidades ya no hacen mella en la armonía del gran eje cafetero.
No es bueno menospreciar. A propósito de esta afrenta, se nos vienen a la memoria los nombres de ilustres juristas caldenses que con su inteligencia dieron brillo al foro colombiano como Fernando Londoño Londoño, César Gómez Estrada, Samuel Hoyos Arango, Hernando Gómez Mejía, Carlos Ramírez Arcila, Julio César Uribe Acosta, Hernando Yepes Arcila, Enrique Becerra, Augusto Trejos Jaramillo, Fernando Giraldo Gutiérrez, Guillermo Buitrago Hurtado, Silvio Fernando Trejos Bueno, Rafael Romero Sierra, Fernando Vásquez Botero, Eduardo López Villegas, Oscar Salazar Chávez, Jaime Giraldo Ángel, Rodrigo Vieira Puerta, Jaime Enrique Sáenz Álvarez, Humberto De La Calle Lombana, Héctor Marín Naranjo, Javier Díaz Bueno, Silvio Escudero Castro, William Giraldo Giraldo, César Hoyos Salazar, Berta Lucía Ramírez de Páez, Inés Hurtado Galvis, Ruth Estela Correa Palacio y los mártires del Palacio de Justicia, Fanny González Franco, Jorge Alberto Echeverri Correa, Luis Carlos Giraldo Marín y Rodrigo Jiménez Mejía.
Tiemblan hasta los magistrados. El Consejo de Estado empezó el proceso de la evaluación del factor calidad para los magistrados de los tribunales de lo Contencioso Administrativo. Y ahí fue Troya. Todos los magistrados de los tribunales empezaron a temblar esperando la menospreciada que intentará aplicarles el consejero Gustavo Gómez Aranguren, que se deleita descalificando a sus antiguos compañeros de los tribunales, quienes por cuenta de la “ecuanimidad” de su calificador pasarían de 90 a 40 puntos. El asunto es tal magnitud que la Sala Plena del Consejo de Estado por unanimidad obligó a Gómez Aranguren a revisar sus proyectos de calificación y éste, a regañadientes, tuvo que revisar las evaluaciones y replantear sus proyectos de descalificación, quedando ante la Sala en pleno como el sur de las vacas cuando van pa’l norte.