Los combates entre facciones del ejército sursudanés en Juba, capital de Sudán del Sur, han causado unos 500 muertos, 800 heridos y 15.000 desplazados desde el domingo por la noche, según la ONU, pero este miércoles parecían haber cesado.
El ex vicepresidente Riek Machar, que se encuentra prófugo, tomó la palabra este miércoles por primera vez y negó un intento de golpe de Estado del que le acusan las autoridades y que explicaría, según ellas, el comienzo de los combates.
Por la noche se escucharon disparos esporádicos en Juba pero por la mañana parecían haberse detenido, constató la AFP.
Aunque no se puede hablar de una vuelta a la normalidad, el miércoles se veía a gente caminando por la ciudad.
La víspera, el gobierno pidió a los habitantes de Juba, enclaustrados desde el domingo por la noche, que retomaran sus actividades, asegurando que "la situación está completamente bajo control".
Las autoridades anunciaron haber ordenado la reapertura del aeropuerto internacional y Air Uganda y la compañía privada keniana Fly540 afirmaron haber retomado sus vuelos, mientras que otras están a la espera de mayores garantías de seguridad.
Entre 400 y 500 cadáveres fueron transportados a los hospitales de Juba, afirmó al Consejo de Seguridad el secretario general adjunto para el mantenimiento de la paz de la ONU, Hervé Ladsous.
Otras 800 personas resultaron heridas en los enfrentamientos. El gobierno sursudaneses solo dio cuenta de 73 soldados muertos.
Según Ladsous, entre 15.000 y 20.000 civiles se refugiaron en las bases de la ONU en Juba.
Riek Machar estimó en una entrevista al Sudan Tribune publicada este miércoles que el intento de golpe de Estado que le atribuyen las autoridades es un pretexto del presidente Salva Kiir para deshacerse de sus rivales.
"Un malentendido"
"No hubo golpe de Estado. Lo que ocurrió en Juba es un malentendido entre miembros de la guardia presidencial, en el seno de su unidad. No era un intento de golpe de Estado. No tengo ningún vínculo ni conocimiento de ningún intento de golpe de Estado", afirmó Machar desde un lugar desconocido.
Machar figura junto con otras cuatro personalidades políticas del país en una lista oficial de personas buscadas.
Diez personalidades fueron detenidas. Entre ellas se hallan ocho exministros del gabinete destituido en julio, al mismo tiempo que Machar, por el presidente Kiir.
La mayoría de los sospechosos son pesos pesados del partido en el poder, el Movimiento Popular de Liberación de Sudán (SPLM), y figuras históricas de la rebelión sudista que lucharon contra las fuerzas de Jartum durante la larga guerra civil sudanesa (1983-2005).
Machar sigue siendo oficialmente vicepresidente del SPLM y mantenía una rivalidad con Kiir en el partido, ex brazo político de la rebelión.
"Lo que queríamos era transformar democráticamente el SPLM. Pero Salva Kiir quiso utilizar el supuesto intento de golpe de Estado para deshacerse de nosotros y controlar el gobierno y el SPLM", explicó Riek Machar al Sudan Tribune.
La rivalidad entre Kiir y Machar se remonta a las décadas de guerra civil en la rebelión sudista, que se acabó fracturando en función de criterios étnicos.
De hecho el martes la ONU advirtió del peligro de enfrentamientos étnicos. Además el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) aseguró que los hospitales de Juba no dan abasto debido "a la cantidad de pacientes y a la gravedad de las heridas"./AFP