Una nueva ola de violencia en Irak dejó el lunes 26 muertos en una serie de atentados en la capital, Bagdad, y en Basora (sur), horas después de que 24 policías perecieran el domingo por la noche en enfrentamientos en una región sunita en el oeste del país.
Estos hechos resucitan el espectro de la violencia interconfesional, que dejó decenas de miles de muertos tras la invasión estadounidense de 2003 en Irak.
Este lunes, siete coches bomba y un artefacto explosivo causaron la muerte de al menos 11 personas y dejaron 102 heridos en varios lugares de la capital, según fuentes médicas y ministeriales.
Asimismo, dos coches bomba explotaron en la ciudad portuaria de Basora, de mayoría chiita, provocando la muerte de 13 personas y dejando heridas a 48, según el jefe de servicios médicos municipales, Riyad Abdelamir.
En Samarra, al norte de la capital iraquí, el estallido de otro vehículo con explosivos mató a dos milicianos anti Al Qaida e hirió a 12 personas.
Por el momento, esta nueva serie de ataques no ha sido reivindicada.
En estas últimas semanas, numerosos lugares de culto sunitas y chiitas fueron objeto de ataques, mientras la tensión aumenta entre el gobierno de Nuri al Maliki, de confesión chiita, y los sunitas, que son minoría en el país.
Desde que empezó el año, 200 personas murieron cada mes por los atentados en el país, y solamente en abril hubo 460 víctimas mortales, según un balance de la AFP. En 2006-2007, los años más violentos en Irak, morían más de 1.000 personas al mes.
Policías secuestrados
Veinticuatro policías murieron el domingo por la noche en enfrentamientos en la provincia irakí de Al Anbar (oeste), de acuerdo con fuentes policiales y médicas.
Los hechos ocurrieron durante un intento de rescate de un grupo de policías que habían sido secuestrados el sábado y durante el asalto a dos comisarías de policía por parte de hombres armados.
Doce policías que estaban secuestrados murieron durante el intento de rescate y cuatro resultaron heridos. En los asaltos a dos comisarías de policía, hombres armados mataron a 12 agentes en Al Anbar, según las fuentes.
Mohamed Hadi, uno de los agentes secuestrados, dijo a la AFP que un grupo de hombres armados secuestró a varios policías el sábado en la carretera que une Irak con Jordania, en esta provincia de mayoría sunita del oeste.
El lunes por la noche, un comando conjunto del ejército y la policía intentó liberar a los rehenes, que se encontraban retenidos en una zona desértica. Pero durante la operación "estallaron enfrentamientos", indicó el teniente-coronel de policía Majid Al Jlaybaui. Doce policías murieron y cuatro resultaron heridos, precisó.
Los asaltos a comisarías se produjeron en la ciudad de Haditha, a unos 210 km al noroeste de Bagdad.
La provincia de Al Anbar es uno de los núcleos de protestas contra el gobierno que los sunitas empezaron en diciembre, que acusan al primer ministro, el chiita Nuri Al Maliki, de acaparar el poder y a las autoridades de utilizar la legislación antiterrorista contra ellos.
El gobierno ha hecho algunas concesiones, liberando a prisioneros y aumentando los salarios de las milicias Sahwa (milicia sunita que luchan contra Al Qaida). No obstante, el problema central no ha sido resuelto y las manifestaciones continúan.